Olsen aboga por la coordinación de competencias administrativas para desarrollar planes integrales de gestión del litoral, tal y como ha impulsado en Estados Unidos
08 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Coordinación de las distintas administraciones (Gobierno federal, estados y municipios) bajo un programa nacional, común e integrado, para la gestión sostenible de la costa. Este es, en esencia, el modelo norteamericano de ordenación del litoral, una filosofía impulsada en buena parte por el oceanógrafo Stephen Olsen, una de las mayores autoridades mundiales en gestión costera que hoy participa (16.30 horas) en el Seminario Internacional sobre Gobernanza del Litoral, que tendrá lugar en la sede coruñesa de la Fundación Pedro Barrié de la Maza. La entidad también es la editora de la obra colectiva Estudios sobre ordenación, planificación y gestión del litoral: hacia un modelo integrado y sostenible , que se presentará en el encuentro.
-Dentro de las nuevas amenazas de la costa, ¿el cambio climático es realmente uno de los grandes desafíos?
-El cambio climático es la gran amenaza, pero también la gran oportunidad. Las predicciones del IPCC, basadas en todos sus análisis hasta el 2004, llegaron a la conclusión de que el nivel del mar podría aumentar un metro hacia el año 2100. Pero ahora tenemos más datos sobre lo que está pasando en los glaciares continentales de Groenlandia y del Antártico y lo más probable es que tengamos que hablar ya de una subida del nivel del mar de tres metros a fin de siglo. Y será un cambio dramático. Pero esta amenaza, o ya realidad, podría ser el catalizador para el impulso del manejo integrado de la costa de una manera que hasta ahora no ha sido posible políticamente. Es un enorme desafío, pero si aplicamos los aprendizajes que hay en experiencias de manejo integrado de la costa se puede hacer mucho. Hay esperanza. Es muy importante no llegar a la desesperación de que no podemos hacer nada. No, hay que decir que sabemos qué hacer y cómo hacerlo.
-¿En qué se basa el modelo americano?
-Sobre la realidad de que el poder de decisión y planificación de las costas y las aguas interiores están bajo la responsabilidad y el control de estados y municipios. Pero luego hubo un estudio muy famoso, publicado por el Gobierno federal en 1967, que dijo: «Bien, esta es la realidad, pero las costas son el elemento geográfico más importante de todo el país, y hay actividades, recursos y procesos que son de interés nacional». Así, había que hacer algo para integrar los poderes y responsabilidades en un programa común e integrado.
-¿Y el resultado?
-El resultado es que el programa americano ha sido diseñado para crear un sistema de gobierno coordinado de la costa. Así hay una consistencia, porque una de las grandes conclusiones del informe del 67 fue que las responsabilidades y autoridades en los distintos niveles y órganos de gobierno no eran claras ni eficaces. Y no eran eficaces porque no eran claras. Había una lucha de competencias: esto me compete a mí o a ti y después había una crisis y nadie sabía qué hacer y la cosa no caminaba de manera fluida.
-¿La conclusión sería que la diversidad competencial, la falta de una unidad de actuación, como ocurre en España y Galicia, puede perjudicar a la costa?
-Exacto. Es perjudicial que haya un tipo de anarquía constitucional en la gestión de la costa en el que hay conflictos interminables sobre lo que es la competencia de cada uno.
-Entonces, ¿recomendaría aplicar el modelo norteamericano en España?
-Obviamente no sé la respuesta, porque para saber qué se puede hacer o no en un lugar hay que entender muy bien cuál es el contexto en que uno trabaja.
-Pero tendrá una idea sobre cuál es la situación.
-Como yo lo entiendo, aquí en España hay conflictos, hay incertidumbres entre los diferentes niveles de gobierno y, en algunos casos, hay un enorme problema de no cumplimiento con las reglas formales que existen, como toda esta enorme construcción turística en la costa, que en gran parte es ilegal.