Una firma de Ribeira apuesta por la construcción sostenible con viviendas de madera desde la estructura a la fachada
15 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Lo ecológico está de moda. Y el ámbito del ladrillo no es ajeno a este cambio de tendencia. La madera empieza a sustituir al hormigón, la pizarra y el granito como elemento edificativo. Un ejemplo de lo dicho lo representa la firma ribeirense Vencor, ubicada en el polígono empresarial de Xarás. El gerente, Jesús Buceta González, apuesta claramente por la construcción sostenible.
Este compromiso ya es una realidad en la localidad pontevedresa de Soutoxusto, en Redondela. La firma barbanzana acaba de entregar la primera casa construida íntegramente en madera. Para ello, se utilizaron las mejores partes del eucalipto, y el abeto. La fachada exterior se recubrió con cedro y madera de ipé -una variedad tropical muy rica en aceite que evita las filtraciones de agua.
El inmueble cuenta con 146 metros cuadrados útiles. «Desde la estructura hasta la fachada está construida con biomasa», apuntó el arquitecto coruñés Isidro Pombo, responsable del proyecto. Según él, «la madera es un material que tiene mala publicidad en Galicia, ya que se asocia este producto a elevados costes de mantenimiento, y sin embargo, la amortización de la inversión es más corta en el tiempo que en las casas y pisos tradicionales».
La vivienda unifamiliar construida en Redondela, que fue entregada a su propietario hace ahora dos meses, dispone de dos habitaciones, dos baños completos, cocina, salón y una gran despensa.
Una de las ventajas de esta edificación es que tiene un elevado grado de aislamiento, lo que permite reducir el gasto energético en forma de estufas y climatizadores: «La madera aporta fresco en verano y calor en invierno, además de ser un excelente aislante natural para la humedad», explicó el empresario Jesús Buceta. Su opinión es compartida por el arquitecto encargado de diseñar la obra: «Hay galerías con 150 años de antigüedad que soportan bien la humedad pese al paso del tiempo».
Sobre el precio final de la vivienda, el autónomo de Ribeira dijo: «El metro cuadro construido rondó los 900 euros, un importe muy similar al de las casas tradicionales».
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El boca a boca parece ser la mejor publicidad para estas edificaciones. De hecho, Jesús Buceta reconoce que ya tiene en cartera dos nuevos pedidos: uno se llevará a cabo en Porto do Son, y se trata de una vivienda unifamiliar de 360 metros cuadrado; y el otro se levantará en A Pobra do Caramiñal, y tendrá 140 metros cuadrados de superficie útil. El plazo de ejecución, desde que se inicien los trabajos, rondará los tres meses y medio.
Aunque en Galicia este tipo de construcciones se encuentra en fase experimental, Jesús Buceta señaló que en países como Francia representa el 40% del total de proyectos visados en el medio rural: «Es un nicho de mercado interesante para el sector de la construcción; es muy respetuoso con el medio ambiente y los costes de mantenimiento de estos inmuebles no son mayores que los de las casas tradicionales».