El dueño de una bolera que medió en una pelea por el tabaco recibió un botellazo y precisó 18 puntos de sutura
05 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.La aplicación de la ley antitabaco no solo está provocando muchas denuncias a organismos y locales -más de mil en España-, sino también algún que otro altercado. Los más graves fueron la detención de un fumador en Bilbao y los 18 puntos de sutura que necesitó el dueño de un local de Cáceres por mediar en una pelea.
El primero ocurrió la mañana del lunes, cuando un paciente del Hospital de Cruces (Baracaldo, Vizcaya) insultó y amenazó a una enfermera que le recriminó por fumar en el interior del centro. Según la agencia Colpisa , la patrulla de seguridad ciudadana de la Ertzaintza que se desplazó al hospital se encontró con un paciente, un varón de 31 años y sin antecedentes policiales, que reaccionó de forma agresiva hacia los agentes, que procedieron su identificación y posterior arresto. El hombre recibió el alta médica para ser trasladado a la comisaría de la Ertzaintza a la espera de pasar a disposición judicial.
El domingo por la tarde también se registró otro problema serio, en la pequeña localidad de Montehermoso, en Cáceres, de menos de seis mil habitantes. Allí, Juan Francisco Valhondo, dueño de una bolera, acabó recibiendo un botellazo que le supuso una brecha en la cabeza, que requirió 18 puntos de sutura. Al parecer, un cliente llamó la atención a otro por estar fumando y aunque enseguida apagó el cigarrillo se acabó produciendo un enfrentamiento. Valhondo echó a uno de los implicados del bar -no por fumar, que ya no lo hacía, sino por la bronca siguiente- y por ello recibió un botellazo en la cabeza.
Finalmente, en Marbella, el dueño de un asador que se declaró insumiso de la ley antitabaco volvió a ser noticia ayer al denunciar a la pareja de policías que identificaron a los clientes que estaban fumando en el local.