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El lugar por edad entre los hermanos, clave en el amor

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Según la psicóloga Linda Blair, el carácter de una persona se fija hacia los seis y en ese momento la familia y el papel que cada uno ocupa en su entramado es muy diferente según su posición.

01 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

No es la química, ni la caída de ojos. Lo que enamora a los seres humanos es la posición que cada uno ocupa entre sus hermanos. La psicóloga Linda Blair sostiene esta idea en un nuevo libro -Orden de nacimiento: Lo que tu posición en la familia cuenta realmente acerca de tu carácter-, un planteamiento que tiene una explicación lógica más allá del azar del nacimiento. La clave está en que el carácter de una persona se fija hacia los seis o siete años y en ese momento la familia y el papel que cada uno ocupa en su entramado es muy diferente según su posición.

Desgranando este hecho, hay un número variado de posibilidades de las que la peor es que la pareja esté formada por hijos únicos porque, dice Blair, ambos son «novatos» en esto de relacionarse con sus congéneres y eso puede provocar malentendidos. También tiene cierto peligro la relación entre dos primogénitos, ya que ambos serán bastante competitivos y eso podrá traer problemas con el tiempo. Cualquier combinación primogénito-unigénito podría dar problemas.

En cambio, un primogénito -y el hijo único- se llevarán muy bien con un benjamín, ya que este buscará la protección del mayor y aportará más diversión; los medianos y benjamines también se entienden de maravilla, dice la psicóloga, pero sobre todo gracias a los medianos, que están tan acostumbrados a las relaciones que realmente se pueden llevar bien con cualquiera. ¿Y dos pequeños? Formarán una pareja extremadamente creativa, aunque algo caótica.