Advierte de un recorte del 70% en el presupuesto del Fondo de Acogida
18 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Desolador es el panorama que pinta Cáritas para los inmigrantes en España a juzgar por las conclusiones del informe titulado La situación social de los inmigrantes acompañados por Cáritas (2010), presentado ayer.
Cáritas constata una situación desesperante y que se agrava día a día para la mayoría de los casi medio millón de inmigrantes que atiende cada año. Más de la mitad están en situación irregular y en paro, mientras que la mayoría de los que logran mantener su empleo trabajan en una actividad precaria con salarios indecentes, por lo que seis de cada diez admiten serias dificultades para pagar su vivienda.
Pero más allá de las complicaciones laborales, agravadas por la crisis económica como para el resto de residentes, el estudio se centra en el deterioro social de la imagen del emigrante, percibido cada vez más como una amenaza por el ciudadano español.
«La situación económica de los tres últimos años -concluye el estudio- ha acentuado la imagen negativa que la ciudadanía tiene de la inmigración. Se constata un aumento de prejuicios racistas y xenófobos en nuestro barrios y ciudades, y se culpa a los extranjeros de la precariedad económica y social que sufrimos». Tampoco ayuda mucho «el aumento de los controles de identificación en espacios públicos y en los propios centros de Cáritas».
El Observatorio de la Realidad Social Cáritas Española, autor del trabajo, advierte además de la supresión de servicios destinados a integración, atención primaria y acogida, lo que hace que esta asociación esté «supliendo al Estado a la hora de atender a los inmigrantes». Además, el cierre de los referidos servicios viene motivado «por los sucesivos recortes presupuestarios de la Administración, que tienen como ejemplo paradigmático el Fondo de Acogida, Integración y Refuerzo Educativo de los Inmigrantes, que -según el estudio- ha sufrido un recorte en su dotación del 70%, pasando de 200 millones de euros en el 2008 a apenas 61 millones este año».
Por eso la agrupación reclama un incremento del presupuesto para servicios destinados a la integración, campañas concretas para detener las actitudes racistas y xenófobas y «un acuerdo marco por la inmigración. Exigimos -expone Cáritas a las puertas de las municipales de mayo- que esta deje de ser una cuestión que las fuerzas políticas utilicen para lograr mayores réditos electorales».