La Domus expone hasta el 28 de agosto fotografías de paisajes neuronales
04 may 2011 . Actualizado a las 13:12 h.Ramón y Cajal bautizó la imagen de una célula motora de médula espinal de gato, teñida con nitrato de plata, como Las misteriosas mariposas del alma. Eso fue en 1907, un año después de lograr el Nobel por revolucionar la medicina con su doctrina de la neurona. Pasado un siglo largo, la Domus de A Coruña rinde homenaje al científico con una muestra que combina los precisos dibujos del investigador, que se dejó los ojos al microscopio para revelar al mundo por dónde vuelan conocimiento y sentimiento, con fotos reales arrancadas al cerebro con las más modernas técnicas de imagen médica. El resultado, visiones inéditas que bien podrían haber salido de los pinceles de Miró, pero que se deben al avance tecnológico, capaz de hacer que las proteínas relumbren como luciérnagas.
«Esta no es una exposición modificada adrede para añadir valor artístico, es lo que vemos normalmente en el laboratorio», explicaba ayer en la inauguración el comisario de la muestra, Javier de Felipe, del Instituto de Neurobiología que lleva el nombre del nobel. Para ello, la obra social de La Caixa, patrocinadora de la muestra, convocó a los laboratorios de neurociencia más prestigiosos del mundo y recibió 433 trabajos. 21 de esos paisajes neuronales -así se llama la exposición- cuelgan de las paredes de la Domus como retratos no solo del misterioso cerebro, sino también de su belleza, donde el córtex de un ratón parece un campo de amapolas, un nervio olfativo es una explosión solar y una retina embrionaria dibuja un arco iris. «Más de un niño -deseó De Felipe- se quedará atrapado por estas imágenes y quizá mañana decida investigar y cure el alzhéimer».