Un estudio revela que hasta el 67 % descansa menos de lo recomendado
13 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Es el caldo de cultivo propicio para el fracaso escolar. Un día se acuestan a las diez de la mañana, otro a las once y alguno que otro incluso a las doce. No solo duermen poco, hasta dos o tres horas menos de lo recomendado para sus edades, sino que lo hacen mal, porque son incapaces de mantener una rutina, lo que se traduce en un cóctel explosivo que incide directamente en el bajo rendimiento escolar. Al menos esta es la conclusión del primer estudio realizado a niños de primero de primaria, de edades comprendidas entre los 8 y los 9 años, que revela que el alumnado que duerme por debajo de las nueve horas y sin unas costumbres fijas a la hora de irse a la cama no rinde en el colegio. El déficit de horas de sueño y los malos hábitos distorsiona, de forma muy especial, el rendimiento de los pequeños en el conocimiento lingüístico, en las reglas gramaticales y ortográficas y en aspectos claves en la organización y comprensión de los textos.
El estudio, realizado de forma conjunta por psicólogos de las universidades Autónoma de Barcelona y Ramón Llull, evaluó a 142 alumnos de primaria procedentes de diversos centros escolares y sin alteraciones patológicas que afectasen al sueño. Sus conclusiones son, cuando menos, preocupantes, ya que un 67 % de los menores duermen entre siete y ocho horas, cuando lo recomendable para su edad son entre diez y once. «Un mínimo de nueve horas es lo que permite mantener un mínimo de concentración», explica Ramón Cladellas, investigador de la Facultad de Psicología Social de la UAB, quien apunta que peor aún que dormir poco es no mantener una rutina fija a la hora de irse a la cama. «Es más peligroso -subraya- que duerman de una forma irregular a que lo hagan pocas horas y, si encima coinciden ambos casos, como suele ocurrir, el resultado es nefasto». Cladellas asegura que el estudio debe de servir de llamada de atención no solo a los padres, sino también a los profesores, ya que la falta de una adecuada higiene del sueño puede llegar a convertirse, cuando estos pequeños alcancen cursos superiores, en un factor importantes de fracaso escolar.
La investigación arroja otro dato preocupante, ya que muestra que un 69 % de estos estudiantes regresan a casa tres o más días a la semana después de las nueve de la noche. Muchos de ellos, por tanto, acaban acostándose pasadas las once, cuando también se ven obligados a despertarse, por el trabajo de sus padres, sobre todo en las ciudades, a las seis o siete de la mañana.