El presidente de la compañía tecnológica se toma una baja médica hasta junio
16 ene 2009 . Actualizado a las 16:11 h.El futuro de Apple está en el aire, y no precisamente en el de su etéreo y ultradelgado Macbook. Apenas nueve días después de su último comunicado, Steve Jobs volvió a dirigirse ayer por carta a la comunidad de la manzana para reconocer que sus problemas de salud «son más complejos de lo que pensaba inicialmente». «Para apartarme del foco de atención y centrarme en mi salud, y posibilitar que todas las personas de Apple se centren en hacer extraordinarios productos, he decidido tomar una baja médica hasta finales de junio», explica en una nota enviada por correo electrónico a todos sus empleados.
Jobs, operado de cáncer de páncreas en el 2004 ?tenía un tumor poco común, que representa el 1% de los casos y que puede curarse con cirugía si se diagnostica a tiempo?, ha experimentado una acusada pérdida de peso en el último año, hasta aparecer visiblemente demacrado en las keynotes, las famosas conferencias en las que el presidente de Apple compartía estrellato con los productos que presentaba.
A pesar de su evidente deterioro físico, Jobs se permitía bromear sobre los rumores que se extendieron como la pólvora por la Red y que lo situaban poco menos que agonizando. «Las noticias sobre mi muerte son exageradas», comentó jocoso el pasado mes de septiembre, durante la presentación de los nuevos portátiles de la marca construidos a partir de un solo bloque de aluminio.
Pero la situación ha dado un vuelco en las últimas semanas, y su ausencia en la reciente MacWorld celebrada en San Francisco no hizo sino aumentar la incertidumbre tanto entre los fervorosos maqueros, para quienes Jobs es Dios, como dentro de la compañía. «He pedido a Tim Cook que asuma la responsabilidad de las operaciones del día a día de Apple, y sé que tanto él como el resto del equipo directivo harán un gran trabajo. Como CEO (Chief Executive Oficcer), mi plan es seguir involucrado en las grandes decisiones estratégicas mientras estoy ausente», indica en su nota. Y concluye: «Espero veros a todos este verano».
La capacidad visionaria de Jobs, que resucitó Apple en 1997 ?con la inestimable ayuda de su rival Bill Gates, quien invirtió 150 millones de dólares en la firma? ha quedado patente en productos como el iPod. No era el primer reproductor MP3, pero su tecnología y diseño contribuyeron a asentar este formato como estándar sonoro y a popularizar las descargas por Internet. Hoy, su programa asociado iTunes se ha convertido en la mayor tienda de música de EE.UU.
Éxito del iPhone
Para hacerse una idea de la influencia de Jobs en la industria basta echar un vistazo a lo ocurrido con su penúltimo invento, el iPhone. Anunciado en enero del 2007 y lanzado seis meses después en Estados Unidos (a España no llegó hasta el verano pasado), todo el mundo decía que Apple llegaba tarde al mercado de la telefonía móvil. Dos años después, compañías líderes como Nokia o Blackberry están empezando a sacar terminales con las mismas características: pantalla táctil, diseñados para navegar por Internet y con conexión a tiendas de música y aplicaciones que permiten configurar y personalizar el móvil con infinitas utilidades.
Las acciones de la compañía bajan un 5,7% tras conocerse el comunicado
La preocupación de los inversores por el estado de salud de Steve Jobs provocó ayer una pronunciada caída de las acciones de Apple en los mercados estadounidenses. Los títulos de la compañía abrieron con una caída de un 5,7% hasta los 80,5 dólares, por debajo de los 85,33 que registraban el miércoles.
La noticia del abandono de Jobs desató una ola de comentarios de analistas, blogueros y seguidores de la marca. Muchos consideran improbable que el exitoso directivo vuelva ponerse al frente de la compañía.