Un peluquero aficionado de Pekín recrea toda la gama de símbolos olímpicos.
30 jul 2008 . Actualizado a las 19:43 h.La fiebre de los Juegos Olímpicos hace que Wang Dasheng, maquinilla de afeitar en mano, tenga una única idea en mente: cortar el pelo a los chiquillos de su barrio de Pekín recreando toda la gama de símbolos olímpicos.
A mediados de julio, Wang, un profesor de vacaciones y al parecer en busca de un buen pasatiempo, empezó por su hijo, un niño de tres años desbordante de energía, Wu Zhonghua, que es una especie de Liu Xiang en miniatura.
El padre, de 37 años, es un artista aficionado que suele cortarle el pelo pero que esta vez decidió ponerse el listón más alto innovando en materia capilar. «Pensé que sería una tontería hacer cortes normales», explica.
En la parte alta de la cabeza, el pequeño Wu exhibe ahora la estilizada y algo serpenteante silueta del logotipo de los Juegos de Pekín. Sobre la nuca se lee «2008». «¡Viva China, vivan los Juegos Olímpicos!», grita el niño, dejándose llevar también por la pasión de los cinco aros.
Vecindario
«Llevé a mi hijo al parque del barrio y todos los demás niños querían el mismo corte de pelo», cuenta su madre Feng Yamin, ardiente admiradora de su marido.
Con el respaldo de la prensa china, Wang se ha puesto como meta cortar el pelo a 29 niños, símbolo de esta 29ª Olimpiada de la historia, las primeras organizadas en suelo chino. «Para nosotros es una forma de participar en los Juegos. No podemos ir a ver competiciones porque no tenemos entradas. Estos cortes de pelo son una forma de desear buena suerte a los Juegos», dice su mujer.
«Soy un pequinés cualquiera y utilizo mis dotes artísticas. Viendo estos cortes de pelo, la gente me recordará durante más tiempo», explica el ocurrente maestro.
Siempre en busca de nuevas ideas, ya tiene otra para asombrar a su barrio: conseguir que dos muchachas de su familia compongan con sus cuerpos los carácteres chinos de la frase «Bienvenido a Pekín».