El joven que presuntamente atropelló a tres peatones el domingo pasado en A Ramallosa quedó ayer en libertad después de prestar declaración en el juzgado número 2 de Vigo y de que sus allegados pagasen una fianza de 2.000 euros.
La magistrada le retiró el carné de conducir como medida cautelar a petición del fiscal y mientras dure todo el proceso. Su vehículo, un Ford Fiesta de gran cilindrada, también ha quedado intervenido por las autoridades judiciales.
El responsable del accidente está acusado de tres delitos de lesiones imprudentes en combinación con otro de seguridad contra el tráfico, que podría derivar en una última imputación por conducción temeraria. El Ministerio Fiscal basará su petición de condena en función de la gravedad de las secuelas de las víctimas.
Miguel Ángel G. negó que hubiera bebido en exceso antes del incidente. Dijo que había tomado una copa de vino durante una comida con sus compañeros de equipo, después de jugar un partido de fútbol. Reconoció que después tomó «algún chupito» cuando fueron a pasar la tarde hasta el barrio de A Ramallosa. Además contó al juez que es una persona con hábitos saludables y que no tiene la costumbre de tomar bebidas alcohólicas, por lo que no le hace falta ingerir grandes cantidades para notar sus efectos.
Este vecino de Baiona se mostró ayer arrepentido por lo sucedido y mostró su intención de ir a visitar pronto a las víctimas -que están internadas en la Clínica Povisa- para pedirles perdón e interesarse por su estado de salud.
Un error
El joven afirmó que el choque se produjo por un error de coordinación cuando intentó frenar debido posiblemente a su inexperiencia al volante, ya que hace tan sólo tres meses que posee el carné de conducir.
En lugar de aminorar la marcha al acercarse a un paso de cebra, pisó el acelerador y perdió el control del vehículo, invadiendo la acera justo en el momento en el que los dos matrimonios de Nigrán salían del centro comercial Siglo XXI.
El conductor iba en ese momento en compañía de un amigo en el asiento del copiloto y dijo que se bajó del coche para prestar auxilio a las víctimas. Posteriormente fue detenido por efectivos de la policía local de Nigrán, que instruyeron las diligencias previas y lo pusieron en manos de la Guardia Civil, que ayer lo trasladaron hasta el juzgado.