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Los fallos en ataque condenan al Pilotes en su visita a Logroño

Agencias

PONTEVEDRA CIUDAD

25 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El Ciudad de Logroño se impuso al Pilotes Posada por 23-19 en un encuentro cómodo para los riojanos, que rompieron el partido en el primer tiempo y nunca vieron peligrar el triunfo a pesar de sus continuados errores y pérdidas de balón.

Con esta victoria el conjunto de Logroño adelanta al gallego en la tabla y mantiene su buena trayectoria como local, aunque sigue pendiente de ganar fuera de casa para aspirar a más.

Los dos equipos tuvieron un inicio de partido con muchas dudas en ataque y poca contundencia en defensa, lo que deparó un cuarto de hora de igualdad en aciertos y errores.

Los riojanos perdían muchos balones en ataque, donde la ausencia de Julio Fis -que ni se vistió- limitaba las opciones de lanzamiento, pero en su área tenían un seguro en su portero, que en esos minutos tuvo media docena de acciones de mérito.

Los gallegos, por su parte, estaban correctos en todo, pero no brillaban en nada; sobre todo, eran más mediocres en ataque, porque cuando no se topaban con el portero local mandaban el balón al poste.

Y en esa dinámica, justo después del cuarto de hora, el Naturhouse -que ya había perdido a Oneto por lesión- ofreció sus mejores destellos defensivos, robó cuatro balones y aprovechó los contragolpes para marcar distancias en el marcador.

El conjunto gallego paró el primer arreón de los riojanos, pero antes del descanso no consiguió reducir distancias, tuvo que conformarse con no encajar más goles y esperar a que llegara el intermedio.

Pero el partido ya se había roto y, en realidad, la segunda mitad les sobró a los dos equipos.

El Naturhouse jugó a ráfagas, con muchas pérdidas de balón en ataque, pero eso no le impidió mantener su renta, dado que el Pilotes Posada estuvo negado frente a la portería riojana.

Anotó prácticamente un gol cada cuatro ataques, perdió tantos balones como los locales e, incluso, falló dos penaltis, con lo que era imposible que le pusiera emoción al partido.

Y fue así, porque el conjunto de Vigo nunca llegó a estar a menos de cuatro goles de los riojanos, que tampoco merecieron una victoria más contundente por sus continuos errores y falta de concentración.

Para el Pilotes es la tercera derrota consecutiva, una sangría que debe frenar el próximo sábado en el derbi gallego ante el Teucro pontevedrés, su compañero de ascenso.