Los carteros de O Rosal están habituados, como los demás compañeros de gremio, a duplicar esfuerzos durante estas fechas para dar salida a los cientos de cartas que los niños envían a los Reyes Magos. Sin embargo, este año parece que van a tener una fase de entrenamiento aún más dura.
Y es que, según confirmó ayer el Sindicato Federal de Correos e Telégrafos, en la oficina rosaleira hay acumuladas alrededor de mil notificaciones. Esta admisión masiva, explica su delegado, Severino Álvarez Pacheco, no es el problema aunque «pasa muy ocasionalmente». El escollo principal es la falta de medios y personal para poder entregar estas notificaciones, la mayoría del Organismo Autonómico Provincial de Xestión de Recursos Locais (ORAL).
La oficina cuenta con seis carteros, que podrían repartir unos 150 certificados al día, pero esta aglomeración multiplica por ocho la cantidad. Además, no disponen más que del ordenador del servicio de atención al público por lo que los registros deben hacerlos «en los huecos». Desde el sindicato urgen a Correos que refuerce la plantilla para poder actualizar este reparto y cumplir los plazos legales.