Los cortes de luz también son consecuencia del mal tiempo en O Val Miñor. Bien lo saben en el municipio de Gondomar, donde llevan años soportando continuos cortes en el fluido eléctrico por culpa de las tormentas y de la obsoleta red de suministro de algunos barrios.
Las parroquias de Morgadanes, Peitieiros, Chaín y Couso son las más afectadas. El pasado mes de noviembre llegaron a estar cuatro horas sin luz en un fin de semana. Este año ha habido menos apagones que durante otros inviernos, pero existe la preocupación de que vuelvan a repertirse con la llegada de las lluvias. Atrás quedan inviernos como el del 2001, en el que se vieron obligados a soportar largos apagones que en algunas zonas llegaron hasta 72 horas de duración.
Pero los vecinos ya no están dispuestos a quedarse con los brazos cruzados. Dos residentes de Morgadanes entregaron ayer en las oficinas de Unión Fenosa de Vigo y de la Consellería de Industria un escrito avalado por 240 firmas en la que exigen un servicio en condiciones.
La idea partió de un vecino, Isaac Troncoso, que lleva once años viviendo en la entidad local menor y, al igual que el resto de los residentes, no se resigna a seguir sufriendo apagones.
Señala en el escrito que «este grave problema no se puede pretender solucionar con una irrisoria devolución anual de mínimas y arbitrarias compensaciones económicos por minutos que unilateralmente contabilizan como averías». «A pesar de estar pagando un servicio eléctrico con una potencia de 220 voltios, nuestros aparatos electrónicos, nuestros negocios y, en general nuestra vida, están sufriendo lo indecible con estos continuos cortes y bajadas de tensión».
Pérdidas
Además los apagones repercuten una disminución de la vida útil de los aparatos eléctricos y no son cuantificables las enormes pérdidas económicas que generan en los negocios y empresas cuyo servicio dependen del suministro eléctrico. «Ni que decir tiene que a nivel de vida de hogar nuestra diaria sensación es la de estar viviendo en un país tercermundista», afirma en el escrito firmado por los vecinos.
Los afectados reclaman soluciones inmediatas para poner fin a esta situación porque en caso contrario se verán obligados a acudir a otras instancias, incluidas las judiciales.