El conselleiro Manuel Vázquez desvela una opción que evitaría construir un nuevo pantano en el río Oitavén otros asuntos
24 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La Xunta tiene previsto garantizar el abastecimiento de agua a la zona de Vigo aunque finalmente podría no ser necesaria la construcción de un segundo embalse en el río Oitavén. Según explicó ayer el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, el gobierno autonómico valora también la alternativa de ejecutar un trasvase desde el río Miño, una opción que hasta ahora no se contemplaba.
El objetivo que se busca es dotar a la mayor ciudad de Galicia y a los concellos que se surten de las instalaciones de suministro radicadas en Vigo de un caudal de 3.000 litros por segundo, justamente el doble de los 1.500 actualmente disponibles. Si bien no existe un plazo concreto para tomar decisiones, el conselleiro aseguró que la solución que finalmente se elija se pondrá en marcha en el plazo de dos o tres años. Una vez que se alcancen los 3.000 litros por segundo la Xunta considera que se garantizaría el suministro en un horizonte de treinta años.
De salir triunfante la tesis del trasvase existen a su vez varias opciones para materializarla. La más sencilla, y que exigiría una inversión menor, consistiría en instalar una tubería desde el Miño hasta O Porriño, donde se construiría una planta de tratamiento de aguas. Una vez en marcha desde allí se realizaría el suministro para este municipio y el vecino de Mos. Sin embargo, ello sólo supondría liberar a Vigo de dos concellos que suponen escasamente el 10% del consumo total.
Seguridad
La variante más ambiciosa obligaría a situar la conexión aguas arriba del Miño (posiblemente a la altura de As Neves) para llevarla hasta el sifón de Os Valos, cerca del pantano de Eiras. De esta forma se garantizaría siempre un nivel adecuado en la presa al margen de la climatología, evitando sustos como los del pasado otoño bajó el nivel al reducirse casi a cero las lluvias durante varios meses.
En estos momentos los técnicos tratan de elegir la solución más conveniente teniendo en cuenta todos los factores. Vázquez reconoce que el trasvase plantea menos inconvenientes medioambientales pues un pantano supondría anegar una importante porción de territorio. A cambio, asume el conselleiro, habría que afrontar el coste de bombear agua desde una gran distancia. Justo lo contrario que con el embalse, supuesto en el que el agua llegaría a Eiras por gravedad, lo que supone un importante ahorro.
Hace varios meses el alcalde reactivó ante la Xunta la vieja demanda de que se construya un tercer embalse que sumar a los actuales de Eiras y Zamáns. Sus antecesores también habían reclamado esta infraestructura o bien un trasvase hasta Eiras pero pensando siempre como origen en el cercano río Verdugo, mucho menor que el Miño.
Vázquez y Caballero insistieron en que «se avecinan escenarios difíciles con períodos dilatados con escasas precipitaciones», que podrían poner en riesgo el suministro a medio millón de personas del área de Vigo. Según Vázquez, la decisión final se tomará con criterios técnicos y no económicos.