Conseguir la alcaldía no le ha dado hasta ahora a Caballero el control de la agrupación socialista por mucho que mantenga buenas relaciones con el secretario local. Obviamente, ni muchos menos existe la conflictividad de la década de los noventa pero el partido sigue estando dividido.
Una prueba de ello es el resultado de la reciente asamblea en la que se votaron los candidatos para las elecciones generales. Cuatro aspirantes diferentes lograron votaciones similares y uno de ellos, para preocupación de Caballero, fue precisamente el que representa a los sectores más hostiles a su figura. Se trata de su sobrino, el ex concejal Gonzalo Caballero, quien logró 114 votos, presumiblemente de los sectores críticos socialistas incluidos los que pueda mover el ex alcalde Príncipe.
En el seno del PSOE hay quien mantiene que Abel Caballero apoyó la incorporación de la concejala Carmela Silva en el segundo puesto de la lista al Congresos de los Diputados. La iniciativa no cosechó los apoyos necesarios por lo que finalmente recibió como premio de consolación una plaza en la candidatura al Senado, obviamente algo muy diferente y de mucha menor relevancia política.
El reparto de votos fue Marta Estrada (124), Angeles Marra (121), Yolanda Aguiar (128) y, por último, Gonzalo Caballero (114).