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¿Se defendió bien el Plan Urban?

La Voz

VIGO

Caballero tropieza de nuevo ante Solbes, tras dos fracasos en Zona Franca y no conseguir la sede del secretariado de la UE

15 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Mentar la confabulación externa y soliviantar el sentimiento de la afrenta suele ser la estrategia de los que pretenden sortear la crítica de aquellos a quienes representan. Como históricamente han hecho todos los alcalde de Vigo, desde Soto a Porro, lo acaba de hacer también Abel Caballero, tras no lograr que se incluyese de nuevo a la ciudad en el programa de Iniciativa Urbana (Urban). ¿Pero el lamento y la crítica fueron respaldados en todos los casos por algo más que la razón del «somos la ciudad más grande», o «el motor económico de Galicia»?

Con el Urban, parece que otra vez la estrategia del lamento no es suficiente. Se confió de nuevo gran parte del proyecto al reclamado peso de Vigo, a su importancia en Galicia, pero ¿se hicieron todos los deberes?

Fuentes del Ministerio de Economía y del Concello aseguran que en esta ocasión Vigo actuó de manera diferente a las otras dos veces en las que el Gobierno central concedió fondos europeos a la ciudad para recuperar zonas degradadas. Entre 1994 y el 2001 Vigo gestionó con el Urban 13,4 millones de euros. Ahora se proponían 13 para Teis, con «un proyecto sólido con grandes líneas de actuación», Caballero díxit el pasado enero.

Pero ¿qué es lo que ha cambiado respecto a lo hecho en los mandatos de Castrillo y Pérez? Primero: En esta ocasión el dosier justificativo de la bondad y necesidad de invertir en Teis no fue confeccionado y pensado por los técnicos y políticos del Concello, que entre otras cosas conocían las claves de los dos programas anteriores y los mecanismos para vender la idea adecuadamente en Madrid. El informe en esta ocasión, se encargó y pagó a una consultoría externa elegida por la concejalía de Santos Héctor. Los técnicos municipales mostraron su extrañeza, aunque también dicen que en el Ayuntamiento es ya muy difícil sorprenderse. Les llamó la atención que al contrario de las otras veces no se acudiera a Madrid para averiguar qué criterios se iban a primar en esta ocasión. Les chocó que antes de presentar oficialmente la propuesta de Vigo no se plantease de manera interna al Ministerio para perfilar, limar o potenciar aspectos que la dirección general de Fondos Comunitarios consideraba como vitales para aspirar con más garantías al reparto de fondos. Y en el Concello sorprendió, que al contrario de las veces anteriores, no se invitase a cargos y técnicos del Ministerio para que in situ vieran la necesidad de, en este caso, reinventar y hacer revivir un barrio como Teis, que requiere una fuerte apuesta para favorecer su humanización tras décadas de olor a fundición, martillazos y camiones.

Desde el Concello vigués se reconoce que esa labor, la que hay que hacer para que se entiendan las razones que se plasman en un dosier, esta vez no se hizo. ¿Y extraña entonces que entre las 43 ciudades agraciadas por el Urban 2007-2013, de entre las cien aspirantes no esté Vigo y sí por primera vez Lugo o Ferrol, o repitan Santiago y A Coruña? ¿No habría que analizar qué se ha hecho mal antes de sacar la bandera del aldraxe?

En todo caso, lo que se ha vuelto a evidenciar, y por cuarta vez, es que entre Abel Caballero y Pedro Solbes no hay chispa, más bien alta tensión.

Porque a la negativa dada al alcalde para el Urban desde la dirección general dependiente del Ministerio de Economía, se unen y por este orden: 1) el rechazo de Solbes a que el ahora alcalde fuese delegado de la Zona Franca; 2) la negativa a que Vigo fuese sede del secretariado técnico de la UE que aprueba los proyectos transfronterizos con Portugal, como el regidor había anunciado cuendo era candidato; 3) la imposición de Solbes de la nueva delegada de Zona Franca frente al rechazo de Caballero, y ahora 4), la negativa al Urban para Teis.

O se sientan ambos dirigentes del PSOE o Vigo lo volverá a sufrir, porque es el vicepresidente quien reparte el dinero.