Los informes enviados al juzgado por el Concello, Xunta y Aqualia no han impedido que el recurso contencioso interpuesto por los vecinos contra la depuradora del Lagares siga adelante.
Transcurrido un año desde su presentación, el proceso se encuentra ya muy avanzado, en este momento en la fase documental de pruebas y testimonios.
Los afectados confían en que el asunto quede resuelto en el primer semestre del próximo año.
Entre las denuncias que han reiterado en varias ocasiones figura la falta de licencia de apertura y de actividad de las instalaciones. Para aclarar tal aspecto y despejar las dudas han solicitado al Concello la documentación existente al respecto.
En opinión de los vecinos, la estación del Lagares debería atenerse al Raminp (Reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas), que impide la instalación de este tipo de plantas en las proximidades de las viviendas. Algo, que la depuradora de Coruxo no cumple, según insisten en recordar una y otra vez los residentes en las inmediaciones.
Los efectos de la actual estación no solo se dejan sentir en las viviendas, sino también en los centros educativos de la zona. Los malos olores han llegado incluso a provocar el cambio de aula de los alumnos en alguna ocasión, según reconocieron los responsables educativos.
Actuaciones
Las últimas actuaciones de los afectados tuvieron lugar hace apenas quince días y se centraron en la entrega de más de mil firmas en el resgistro del Concello contra la instalación de una nueva depuradora en el mismo lugar que la actual.
Dos días después había tenido lugar la enésima manifestación por la parroquia de Coruxo, apoyada por distintos colectivos.
Si bien las sucesivas mejoras de la depuradora del Lagares han conseguido aminorar sus efectos y reducir el hedor en los últimos tiempos, el Concello está dispuesto a seguir con los realojos en hoteles en caso de que la situación lo requiera.