Más de la mitad de la producción de los montes de la provincia de Pontevedra corresponde al eucalipto. Su principal destino es la pastera de Lourizán. Un 70% de las talas que se realizan cada año van a parar a la fábrica de Ence.
Según el anuario de estadística agraria de Galicia, editado por la Consellería de Medio Rural, en el año 2004 se cortaron en Pontevedra 154.980 metros cúbicos de eucalipto, lo que supone unas 154.000 toneladas. De ellas, 113.000 se destinaron a la elaboración de pasta.
Los productores de madera de Pontevedra podrían ser los máximos perjudicados por el posible traslado de Ence fuera del sur de Galicia, y, sin embargo han quedado al margen del debate sobre el traslado de la factoría.
Hasta ahora. El presidente de la mancomunidad de montes de O Castrove, Claudio Quintillán, exigió ayer a la Xunta que ofrezca a los comuneros alternativas al cultivo de eucalipto destinado a la pasta de papel. «Non se pode decir que hai que reducir o número de eucalipto e que hai que plantar frondosas sen dar outras vías de explotación», afirmó Quintillán.
Dificultades de transporte
El traslado de Ence obligará a los productores a buscar salida para más de 100.000 toneladas anuales de eucalipto. Y una futura pastera en el norte de Galicia no será solución, según Quintillán. «Os portes para levar a madeira hasta As Pontes ou a Navia son excesivos. A única saída que nos queda son as plantas de celulosa de Portugal», aseguró el presidente de la mancomunidad de Monte Castrove. Los principales compradores de esta asociación son Ence y Fimsa.
Frente a la idílica imagen de un monte repleto de carballos y castiñeiros, Quintillán antepuso la necesidad de un bosque productivo y adaptado a las características del suelo. «Temos solos pobres, pouco profundos nos que non se poden poñer só carballos e frondosas. Hai que seguir combinando piñeiro e eucalipto nos montes».
La realidad es que el eucalipto es la principal especie de los montes de Pontevedra, y su primer aprovechamiento, la pasta de papel. Sustituir este cultivo podría durar, según Quintillán, más de 20 años, y tendría unos costes inasumibles por las comunidades de montes. «É necesario que a Xunta diga dunha vez qué produccións queremos ter, cál é o mercado para elas e cal vai a ser o coste de sustituir o eucalipto», añadió.
Claudio Quintillán se refirió también a la presión, cada vez más fuerte de los mercados internacionales, con las gigantes producciones de eucalipto para pasta de Uruguay y Brasil y el desembarco de tableros y laminados procedentes de China.