La ministra Elena Espinosa y el presidente de la Xunta presentan hoy el proyecto de la nueva depuradora

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, presentarán hoy en el Concello de Vigo el proyecto de la nueva estación depuradora de aguas residuales de Vigo cuyo presupuesto sobrepasa los doscientos millones de euros.

La nueva depuradora se realizará en el mismo emplazamiento que actualmente ocupa la estación, en Coruxo, aunque requerirá 60.000 metros cuadrados adicionales. Esta ampliación ha incrementado las protestas en la parroquia de Coruxo y generado un abierto enfrentamiento con los vecinos que viven en las cercanías de una depuradora que desde hace más de una década provoca graves problemas de olores.

Aunque todavía no se sabe cómo será el nuevo edificio, Corina Porro aseguró la pasada semana que este proyecto será «una nueva Toralla ya que tendrá nueve pisos de altura».

Por su parte, los vecinos de Coruxo también han llevado su malestar al juzgado. El titular de Contencioso Administrativo número uno de Vigo tramita una demanda que pide el cierre de la planta depuradora del Lagares, una medida que implicaría también la imposibilidad de construir en la misma zona una estación más moderna. La demanda fue presentada el pasado año y se encuentra ya en fase avanzada. La denuncia de los vecinos se basa en que la depuradora carece de licencia de apertura y que incumple el reglamento de actividades molestas, que fija para este tipo de instalaciones una distancia de las viviendas de al menos 2.000 metros.

Desde 1997

La depuradora del Lagares entró en servicio a mediados de 1997 y un año después la Xunta transfirió su gestión al Concello, que a su vez contrató la explotación con Aqualia, empresa encargada del abastecimiento de agua y el saneamiento de Vigo. Desde entonces los problemas han sido constantes, debido principalmente a los olores que genera en la zona.

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