La Policía Nacional investiga un robo con fuerza en el pub Telmo's, el club de alterne más famoso de Vigo y que fue precintado por la policía el pasado 12 de junio.
El golpe al establecimiento cerrado judicialmente fue perpetrado durante la madrugada del martes en la calle Fermín Penzol, a escasos metros de la Biblioteca Central, en el Casco Vello. Lo curioso del asalto es que los ladrones no tuvieron escrúpulos en arrancar parte de la cinta de precinto policial que sellaba la puerta. La cinta había sido colocada por expresa orden del juez que ordenó registrar el local en junio en busca de drogas.
La pasada madrugada, uno o varios asaltantes usaron una palanqueta para reventar la puerta más próxima a la calle Carral. Los intrusos astillaron el marco de madera y forzaron la entrada. Al parecer, una vez dentro, los delincuentes revolvieron aquellos objetos del local que pudiesen contener algo de valor. Buscaban dinero y, por eso, desarmaron los cajetines de varias máquinas tragaperras que llevaban meses sin utilizar, desde que fue precintado este lugar de diversión nocturna. La Policía no ha aportado datos sobre la cuantía del botín.
Los vecinos comentaban ayer en la calle que la persona que rompió la puerta «tenía que tener mucha fuerza» para franquear la entrada y para levantar las máquinas de juego.
La Policía Científica investigó el robo durante la mañana de ayer. No quedó determinada la hora de la sustracción.
El local llevaba casi seis meses cerrado al público desde que la policía hizo una redada y halló en su interior, supuestamente, 650 dosis de cocaína y 366 de heroína que iban destinados a la venta. El alijo estaba escondido en bolsas dentro de las oficinas, en las que también apareció una báscula de precisión.
Además, el encargado del club y un portero obstaculizaron el registro y se enfrentaron, supuestamente, a los agentes que intervinieron en la operación. Quedaron detenidos por atentado a la autoridad. El propietario, Telmo Domínguez, ingresó en prisión provisional por supuesto tráfico de drogas.
Después de aquella redada, nadie volvió a entrar en el mítico establecimiento que fue referencia de la movida en los años 80 y atrajo a numerosas celebridades como Cicciolina, la pornostar italiana que llegó a eurodiputada. El propietario, en 1986, entregó a Julio Iglesias el premio de gallego universal. La decadencia comenzó en 1992, con el arresto del dueño por delitos de drogas y prostitución.