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Siete meses para comprar un pollo

L.Míguez

VIGO CIUDAD

El auge de la Galiña de Mos, la única reconocida como autóctona gallega, multiplicó el tiempo de espera para conseguir ejemplares de los pocos criadores de la provincia

08 ene 2009 . Actualizado a las 13:19 h.

Siete meses de espera. Casi como un embarazo. Esa es la broma que le hacen los compradores a Manuel, uno de los pocos criadores profesionales de ejemplares de la raza Galiña de Mos. Su apellido puede confundir, pero que no se equivoque nadie, su procedencia nada tiene que ver con el municipio pontevedrés, ya que sus orígenes están en Lugo. Eso no impide que junto a Vigo haya gente interesada en la conservación de esta especie, la única reconocida como autóctona gallega.

En concreto, en Mos existen cinco personas que dedican parte de su tiempo a su conservación, encargándose de su cría. Pese a que algunos llevan más de ocho años con esta afición, en los últimos tiempos se ha empezado a convertir en un negocio más que productivo. Basta con saber que la lista de espera para hacerse con unos cuantos pollitos para imitar a los criadores puede llegar a siete meses.

Huevos

«A xente non mo cre pero hai moita demanda e aínda que as galiñas teñen unha boa posta de ovos, case todolos días do ano, non podemos satisfacer todas as peticións, que nos chegan de todas partes de Galicia e tamén de Madrid o Cáceres», recuerdan Manuel Rodríguez, conocido como Ivo, mientras prepara un envío de 30 polluelos para Navarra.

El destino de las aves es, en su mayoría, para proteger y ampliar la especie. «Segundo a normativa as galiñas non se poden usar para comer, porque ata hai pouco estiveron en perigo de extinción, pero os galos sí», recuerda Miguel Verde, otro de los criadores.

De hecho, en la primera edición de la exposición y muestra de galiñas de Mos se vendieron un grupo de ejemplares a una media de unos 50 euros cada uno, un precio habitual de mercado debido a la calidad de las carnes. En el caso de los polluelos, el precio ronda los tres euros.

«A xente os leva cuns poucos días ou unha semana de tempo e xa os crían eles na casa, gostan pola cantidad de ovos e pola calidade da carne», recuerda Manuel. En sus cerca de 3.000 metros cuadrados de terreno se crían unas 75 gallinas y un grupo de gallos que no dejan de corretear y alborotar. La zona está pendiente de ampliación debido al crecimiento del negocio.

También cuenta con dos incubadoras y un área donde nacen los polluelos, tras 21 días de calor y cuidados. Pero sus planes de expansión llegan hasta la finca vecina, otros 1.500 metros de los que podrán disfrutar las aves si los planes llegan a buen puerto.

Pese a que no quieren desvelar del todo el futuro, entre los puntos que barajan se encuentra la creación de una cooperativa o asociación para que los cinco criadores de Mos puedan trabajar de forma conjunta y obtener mayor rendimiento y rentabilidad, ya que en la actualidad la mayoría lo tiene como entretenimiento más que trabajo.

Características

Con más o menos beneficios, todos alaban sus características. Resistencia al frío y a los cambios de clima, gran producción de huevos, firmeza de la carne y buen sabor y escasez de grasa en el cuerpo. Los expertos criadores son capaces de reconocerlas casi de un vistazo, porque las gallinas tienen un plumaje más claro que las de corral y los gallos, además de ser más bravos, tienden a adoptar una pose más erguida que los de otras variedades.