Si las últimas previones de la Xunta se cumplen, el primer albergue público de Vigo abrirá parte de sus instalaciones en el edificio de La gota de leche, junto al Concello, la próxima primavera. El resto se pondrá en marcha después del verano, según confirmó ayer la secretaria xeral do Benestar, María Jesús Lago.
La primera fase incluye comedor social, unidad de calle y un centro de acogida con treinta plazas, mientras que la segunda contempla el albergue propiamente dicho con treinta plazas. No obstante, el centro de acogida permitirá también el régimen de residencia, aunque con carácter más provisional que el albergue.
La unidad de calle contará con un educador y un trabajador social que desarrollarán su trabajo de forma similar al Samu (Servicio de Atención Médica Urgente) durante veinticuatro horas cada uno de los 365 días del año.
La idea es abrir servicios y programas a medida que se vayan desarrollando los trabajos de reforma de La gota de leche. Las obras, que ya han sido adjudicadas, darán comienzo en los próximos días.
Los menores que residían en el centro fueron desalojados antes de las fiestas navideñas y trasladados a casas de familias.
Una vez concluida toda la obra, el inmueble se convertirá en el primer centro de inclusión social de Vigo con carácter público.
Demanda
La creación de un albergue es una vieja demanda de diferentes colectivos de la ciudad y una de las grandes necesidades, que se viene prometiendo desde hace años sin que hasta la fecha se haya hecho realidad.
Teniendo en cuenta que la creación del centro fue aprobada por la corporación municipal en el 2004 y que entre las numerosas fechas que se han barajado para su apertura figuraba como muy tarde el primer semestre del 2008, los colectivos demandantes temen que las instalaciones queden a medio hacer, una vez pasadas las elecciones autonómicas.
De ser así, el albergue propiamente dicho quedaría de nuevo en suspenso, al estar incluido en la segunda fase, y las instalaciones se limitarían a un comedor y un centro de acogida.
En la actualidad se calcula que existen unas 1.500 personas sin techo en toda Galicia, de las que más de trescientas residen en las calles de Vigo.