Piden 40 años para dos hombres por quemar vivo a otro en O Valadouro

X. Carreira

VIGO

10 feb 2009 . Actualizado a las 02:23 h.

«Hasta entonces nunca había visto cómo mataban a un hombre. ¡Y no pude salvarle la vida! Tuve accidentes de moto y coche, pero no un caso como aquel. ¡No le pude echar una mano y murió abrasado!». Así se expresó ayer Francisco José Ramos, de 38 años, conocido como O Chatarrero, en la primera sesión del juicio por la muerte de Juan Carlos Estévez González que se celebra, ante tribunal de jurado, en la Audiencia Provincial de Lugo. La víctima pereció abrasada en el interior de su propio coche en una carretera del municipio de O Valadouro, en la noche del 27 de diciembre del 2006. Ramos es uno de los dos imputados junto al hostelero burelés José Antonio Collado, de 43 años. Para ambos la fiscala reclama un total de 40 años de prisión. El principal móvil del asesinato puede ser una cantidad de dinero que la víctima reclamaba al burelés después de haberle hecho en su día un préstamo. Tal y como había sucedido en las declaraciones efectuadas en su día, O Chatarrero culpó a Collado de la muerte del Madriles, como así conocían al fallecido, y el hostelero negó categóricamente cualquier vinculación con los hechos. Ambos incurrieron en una serie de contradicciones. El juicio continuará durante toda la jornada de hoy. O Chatarrero contó ayer que el día de los hechos fue con Collado a Foz, donde este compró dos pares de guantes, dos productos de limpieza (que no supo qué eran), dos desodorantes y un par de latas del refresco Red bull . Según la versión de este acusado, después se fueron a la rotonda de Ferreira do Valadouro para esperar al Madriles. En un momento dado, el hostelero se bajó y empezó a discutir con la víctima, a la que «echó algo en la cara». «Juan Carlos salió corriendo, me bajé del coche y me fui a verlo para saber qué le había hecho. Al preguntarle me dijo que Collado era un hijo de p... y que me apartase», apuntó. Tirado en el suelo Ramos dijo también que se fue al coche y, al poco tiempo, oyó que el hostelero le pedía que fuera a ayudarlo. «Los encontré en el centro de la carretera. Collado tenía tirado en el suelo a Juan Carlos, con una pierna sobre el cuello. Sangraba por la nariz y respiraba mal. ''¿Qué has hecho?'', le pregunté, y él me contestó que le había dado lo que se merecía. Luego me pidió que le ayudara a apartarlo al arcén y que esperara porque iba a por el coche», relató. O Chatarrero aseguró que ayudó a cargar a Juan Carlos en el turismo de este porque pensó «que lo llevábamos al hospital». No fue así. Según su versión, Collado salió delante conduciendo el coche de la víctima y él le siguió detrás en el suyo. Explicó que uno adelantó al otro hasta que, finalmente, él dio la vuelta y se encontró con el vehículo de la víctima en llamas. Sin embargo, no supo decir cuándo pudo Collado haber sacado la garrafa de gasolina que supuestamente llevaba. «Sí se le fue de las manos. Y, encima, quemarlo, no me coge en la cabeza», dijo O Chatarrero. Cuando vio el coche «ya estaba en llamas por dentro; no tenía medios para intentar socorrerlo». ¿Por qué no llamó a la Guardia Civil?, le preguntaron. «No tenía fuerzas para hacerlo. Me quedé bloqueado», contestó. Posteriormente no denunció porque Collado no solo lo amenazó a él, sino también a su familia.