Los responsables de la Cervecería Pócimas, en A Ramallosa, se han visto obligados a pagar una indemnización de 9.199 euros a la comunidad de propietarios en concepto de indemnización por las molestias generadas durante los últimos años por el ruido del local.
Este abono se ha producido hace unos días en cumplimiento de una sentencia firme de la Audiencia Provincial y solo así los inquilinos del número 39 de la Avenida de Portugal han podido volver a conciliar el descanso. El primer fallo judicial que les daba la razón data de hace dos años, pero hasta que no ha culminado todo el proceso definitivamente han continuado sufriendo «los mismos abusos del local y la continua pasividad del Ayuntamiento». La comunidad de propietarios del edificio «El Molino» decidió poner el caso en manos de los tribunales porque el ruido que generaba el local hasta altas horas de la madrugada era tan insoportable que se escuchaba hasta en los pisos más altos. Cuatro familias no aguantaron y se vieron obligadas a marcharse en busca de un lugar tranquilo donde vivir. La policía local llevó a cabo diversas mediciones y comprobó que el nivel de ruido en uno de los dormitorios del primer piso alcanzaba los 48 decibelios a altas horas de la noche y nunca bajaba de los 35. La indignación de los propietarios afectados se hizo mayor cuando comprobaron que el local había comenzado con una licencia que no se ajustaba a su actividad.
Una vez abonada la indemnización, los responsables del local han dejado de poner la música alta. Los propietarios confían en que se mantenga esta situación, puesto que en caso contrario manifiestan que volverán a la carga para defender su derecho al descanso.