El Valery Karpin se juega (19 horas, Coia) su supervivencia en la élite del voleibol español ante Palma, líder de la Superliga. Los de Flavio Calafell, que nunca han estado en los puestos de descenso, se juegan la permanencia en una jornada de nervios a la que llegan dependiendo de sí mismos.
El Valery Karpin recibe al líder que, además, necesita vencer para acabar primero. Mientras, el Tarragona, que recibe al La Ballena Vecindario, debe ganar para asegurarse el cuarto puesto en los play off a costa del Unicaja Almería, que ha vencido en su partido adelantado. Es decir, la calculadora no hace falta: Vigo se salvará si gana y, en caso contrario, también se mantendrá si Vecindario pierde en Cataluña.
En voleibol, el empate a puntos no se resuelve por el enfrentamiento directo, sino por el set-averaje general, que favorece a los de Calafell. Con todo, el conjunto vigués la victoria en Barcelona ha regalado enormes dosis de moral y la plantilla augura que dará lo máximo para batir al líder. Precisamente Palma ya perdió en Canarias contra Vecindario. A esto precisamente hace referencia el técnico, Flavio Calafell. «Estamos padeciendo el lastre de que Vecindario consiguiese ganarle a Palma. Esto nos obliga a hacer lo mismo que ellos. Tanto nuestro partido como el que tienen ellos en Tarragona, es un resultado muy abierto».
Para el argentino, el cuadro vigués no debe pensar demasiado en lo que suceda en otras canchas y más en lo que pase en Coia. «Tarragona se juega el factor cancha pero de un tiempo a esta parte ha perdido fuerza. La lógica se rompió cuando Vecindario le ganó a Palma. Por eso prefiero pensar en nuestras opciones porque no es imposible ganarle a Palma».
Los isleños desplazan a toda su plantilla para este encuentro ya que no quieren salir derrotados de Coia, aunque jugarán con la ventaja de saber que el CAI Teruel, segundo clasificado, pueda estar perdiendo su encuentro en Soria.
La directiva que preside Guillermo Touza también ha aportado su granito de arena para convertir Coia en una olla a presión. Ha repartido 2.000 invitaciones, y el optimismo es alto para que las gradas estén repletas.