El descenso y las deudas con el plantel ponen en jaque al Vigo Volei

La Voz VIGO |

VIGO

24 mar 2009 . Actualizado a las 11:57 h.

El Volei Vigo vive un auténtico drama. Al descenso de categoría consumado el sábado se le unen ahora las deudas con los jugadores, que no cobran desde el mes de diciembre por falta de liquidez de la entidad, una víctima más de la crisis económica. La premisa fundamental ahora del presidente Guillermo Touza es cerrar el curso y a continuación pensar en el futuro en donde incluso se contempla la opción de la desaparición, aunque como posibilidad más remota.

El panorama es desolador en el conjunto vigués, que por segunda vez en tres temporadas, pierde la categoría. El sábado dependía de sí mismo, pero Palma no perdonó y el Vecindario ganó en Tarragona. «Tengo un mosqueo muy grande -dice Guillermo Touza- pero no de esta jornada, sino desde que Vecindario, el penúltimo, le ganó al líder Palma. De 100 veces que jueguen, va a ganar Palma las 100. Sin embargo, frente a nosotros vinieron a por todas, con los mejores y con su entrenador protestando a los árbitros como si se jugasen el título de Liga». ¿Y la derrota de Tarragona jugándose el factor cancha? «Es otro resultado que me llama la atención», se limita a decir el presidente del conjunto vigués.

Pero dentro de la profunda decepción de un segundo descenso en tres temporadas, la mayor preocupación de la dirección del Volei Vigo, que jugó toda la temporada bajo al denominación de Valery Karpin, está el problema económico. «Estamos hablando de dinero, no de cantidades pequeñas», dice Touza para enjuiciar la deuda que tiene contraída el club sin llegar a desvelar la cantidad. Los jugadores dejaron de percibir sus salarios en el mes de diciembre, cuando se acabó el dinero, y desde entonces buscar soluciones. «Este club siempre ha sido cumplidor y no va a dejar de serlo ahora. Estamos hablando con los jugadores -la Liga finalizó el sábado- para que se marchen tranquilos que le vamos a pagar».

Subvención municipal

De entrada están esperando por la subvención municipal de la temporada «que no cubriría todo lo que debemos pero que ayudaría». Reconoce que buscar dinero entre el tejido empresarial resulta casi imposible a estas alturas dado el actual escenario de crisis aguda.

El pagar las deudas pendientes centra el presente del club, pero en el aire está también la viabilidad de un histórico del deporte vigués. Uno de los decanos. «Todo está pendiente de una reunión de la junta directiva -dice un Touza que lo es todo en el club- pero manejamos tres escenarios. El más real sería salir en Superliga 2, pero también existe la posibilidad de que algún equipo renuncie a la plaza en la Superliga y nos podamos beneficiar nosotros (descendieron como penúltimos) o incluso no puede descartarse la desaparición. Está todo pendiente de lo que pueda pasar».

El retorno a la élite del voleibol ha sido del todo efímero. Una temporada. Que comenzó muy bien en el arranque pero que fraguó el desastre en tres interminables meses sin ganar. Después de vencer en Barcelona los vigueses dependían de sí mismos para salvarse, pero no pudieron con el líder en una jornada que congregó a un millar de espectadores en las gradas de Coia.

En los últimos 39 años, el Volei Vigo tan solo estuvo una temporada, la anterior, en la división de plata, todo lo demás ha sido en la élite de este deporte a excepción de un curso por renuncia. Ahora acaba de consumarse el segundo descenso en un año en donde las bajas por lesión fueron múltiples y en donde los problemas económicos asediaron al colectivo casi desde el primer momento.