El Ciudad Real pisó el acelerador como y cuando quiso para llevarse sin mayores complicaciones los dos puntos de As Travesas. El Octavio Pilotes Posada fue a remolque desde el principio del partido y poco pudo hacer, entre otras cosas porque los de Quique Domínguez tampoco tuvieron un día inspiradísimo, premisa necesaria para plantarle cara al mejor equipo del mundo.
Lo que no necesitaba el equipo manchego es que la balanza arbitral se inclinase hacia su lado para desequilibrar el partidos en los primeros minutos, cuando los vigueses todavía conseguir aguantar desventajas de uno y dos goles. En los primeros quince minutos señalaron cuatro penaltis en contra el Pilotes, además de tres exclusiones, mientras que la defensa del Ciudad Real permanecía impune.
Rutenka empezó como un cañón, marcando los cuatro goles de su equipo. El Pilotes tuvo bastantes dificultades ante la defensa 5-1 que por momentos pasaba a 4-2, de los visitantes.
Las decisiones arbitrales terminaron de hacer mella en un Octavio que en cuanto comenzó a perder balones al ataque, vio como el Ciudad Real le desbordó al contragolpe. Se abrió la primera brecha (11-16). Dujshebaev cambió al equipo casi al completo y la entrada de Luc Abalo le dio espectáculo al partido. El francés marcó seis goles y demostró que es uno de los mejores extremos del mundo, con acciones que incluso fueron aplaudidas por una afición muy entendida en balonmano.
Para colmo de desgracias ni Javi Díaz tenía su día, sobre todo en el primer tiempo, ni Cerillo fue el de anteriores citas. Hacía mucho tiempo que el vigués no se iba de vacío
En la segunda mitad hubo una tímida reacción académica que con un parcial de 3-0 consiguió acercarse a cuatro gol (16-20). Pero los manchegos no estaban dispuestos a relajarse y le pusieron una marcha más para mantenerse a una distancia inalcanzable para el Pilotes. El Ciudad Real ganó corriendo en un mal día para la defensa viguesa.
Los de Quique Domínguez acumulan cinco derrotas consecutivas, pero ya se ha acabado la etapa reina del calendario. Ahora empezarán a llegar rivales más asequibles, y será el momento de volver a retomar la lucha por una posición en Europa, que se ha puesto cuesta arriba.