La crisis lleva a un grupo de vecinos a tomar el testigo de la tradicional fiesta gastronómica para evitar que se pierda
13 abr 2009 . Actualizado a las 19:47 h.Las arcas municipales no están para dispendios y el precio de la angula resulta prohibitivo. Con estos dos ingredientes cocinó el gobierno de Tui su decisión de no organizar este año la Fiesta de la Angula, su celebración gastronómica más tradicional. Sirvió de aperitivo lo ocurrido en la edición anterior en la que, ante la escasez de tan sabrosos alevines en el Miño, el Concello cambió en el programa angulas por anguilas.
La mayoría de los vecinos entendieron las razones de Rocha y su equipo, pero algunos no estaban dispuestos a poner en peligro la pervivencia de una fiesta tan arraigada. Así fue como se creo una asociación que, con más entusiasmo que medios, decidió no sólo organizar la cita, sino hacerlo el domingo de Pascua, que era el día que mandaba la tradición hasta que, para hacerla coincidir con la festividad de San Telmo, se modificó el calendario.
Pedro Montes, uno de esos vecinos que apostaron por tomar las riendas del certamen, se mostraba ayer satisfecho del resultado, pese a que no se vendieron todo el producto que habían preparado. «Cuarenta euros por ración son muchos euros», comentaba uno de los 800 comensales que pasaron a lo largo de la mañana por la carpa instalada en la calle Santiago.
Calidad
El tiempo acompañó, lo que no acompañó fue el bolsillo. Pedro Montes explicó que decidieron optar por una angula de calidad, en buena parte capturada en el Miño y en otra buena parte traída desde el Norte, con lo que eso implica a la hora de hacer frente a la factura. «Quisimos un buen producto, de mejor calidad que el habitual de las fiestas, y eso hay que pagarlo», dijo.
En el proyecto se implicaron cuatro cocineros de los restaurantes Cruceiro do Monte y Sombra Boa y del Parador Nacional, que prepararon a la vista del público las raciones en las cocinas instaladas al efecto por el Concello. Éste también se encargó de instalar la carpa y poner las mesas. La colaboración de distintas firmas comerciales del municipio completó un presupuesto necesariamente ajustado.
Después de esta primera experiencia, la recién nacida Asociación de la Fiesta de la Angula está dispuesta a repetir en años sucesivos en el supuesto de que el Ayuntamiento mantenga su criterio de no organizar la celebración.
La austeridad económica marcada desde el Concello también se notará en el programa de las Fiestas de San Telmo, del que este año se ha suprimido la feria agrícola.