La subdelegación del Gobierno en Pontevedra, a través de un informe de la policía nacional, sancionó con 750 euros al vicepatrón de la Cofradía de Pescadores de Vigo, Julio Alonso, por participar en una protesta pacífica contra la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, el pasado junio del 2008, pocos días después de que esta accediese al cargo, antes Ministerio de Agricultura y Pesca. La supuesta infracción administrativa enviada por el órgano pontevedrés, calificada como «alteración de la seguridad ciudadana», ha supuesto, no obstante, el pago final de 900 euros debido al procedimiento de apremio por parte de la Agencia Tributaria, al no haber abonado Alonso, por desconocimiento, según su versión, el dinero en el plazo establecido por la primera notificación oficial.
Lo paradójico de todo el procedimiento que ha dado lugar a la sanción económica, es que el dirigente del cabildo vigués no fue identificado personalmente por los agentes durante el episodio citado, en junio del año pasado. La policía, sin embargo, sin pedir el carné de identidad, sustancia su identificación por otros medios para hacer efectiva la denuncia. Al afectado le llegó únicamente el resultado final de todo el procedimiento en forma de embargo por medio de la Agencia Tributaria. De modo, que debió de ser, según la queja del embargado, por «el procedimiento a ojo» , ya que los agentes policiales consideraron que era uno de los cabecillas de la protesta contra la ministra de Medio Ambiente, aunque en ningún momento le requirieron el carné de identidad.
La protesta se originó el 9 de junio del año 2008, cuando la ministra gallega decidió tomar un barco hasta las islas Cíes para escenificar el traspaso de competencias del Gobierno central a la Xunta en el parque natual Illas Atlánticas. La Voz fue testigo del acontecimiento. Espinosa embarcó en el puerto de Vigo, en la zona de A Laxe, donde le esperaban una veintena de marineros para manifestar su disconformidad con sus planteamientos sobre el sector de la pesca. La policía estableció un control para filtrar el acceso. La presencia simultánea de los agentes y de los marineros produjo algunos forcejeos entre ambas partes, pero sin llegar más allá. Lo más vistoso de la protesta, pese a quien pese, fue que cinco patrones y marineros se lanzaron al agua en la dársena de A Laxe como culmen de la protesta contra la ministra.