Orden de expulsión para la madre del bebé herido en Vigo al desprenderse la balaustrada de un edificio

VIGO

24 jun 2009 . Actualizado a las 11:23 h.

El 3 de diciembre del 2008, Alejandra, de tres meses, iba en un carrito empujado por una canguro contratada por la asociación Mujeres Progresistas, por un acuerdo con el Concello de Vigo, para la atención de niños cuyos padres trabajan. A las doce de la mañana una balaustrada de 350 kilos de un edificio de la rúa do Príncipe de Vigo caía sobre el cuerpo del bebé, cuyos padres son inmigrantes bolivianos. A partir de ahí comienza el drama que aún continua. «Fue un milagro que la niña no muriese», cuenta su padre, Israel Castro, de 19 años. Trabajaba en la descarga del pescado en la ribera del Berbés. «Perdí mi trabajo porque durante mes y medio estuve día y noche pegado a la niña en el hospital». Para la madre, Miriam Ramos, de 21 años, era su primer día de trabajo como empleada de hogar en una casa de la Porta do Sol. También se quedó sin empleo. Ambos vivían en un piso patera con otros 15 inmigrantes.

Israel llegó a Vigo hace tres años, donde tiene a su madre y sus hermanas. Miriam arribó en el 2007. Y ahora el Gobierno quiere expulsarla del país. La Subdelegación del Gobierno de Pontevedra le notificó el 11 de junio que no admite a trámite su solicitud de regularización y que tiene 15 días para abandonar el país. Y rechaza su solicitud por «carencia manifiesta de fundamento». Según el abogado de la pareja, eso se debe a que el Concello no ha hecho todo lo que prometió. El día del accidente, el alcalde Abel Caballero se traslado al hospital para interesarse por la niña y sus padres. En aquella oportunidad les dijo a los padres que no se preocuparan por nada, que él estaría a su disposición y las puertas del Ayuntamiento estarían abiertas para ayudarlos. Luego le tocaría el turno a Santi Domínguez, quien les dijo: «No os preocupéis por el trabajo, ni por nada, ni por los gastos. Os ayudaré en todo». Pero la ayuda no llega. Su abogado ha solicitado una pensión provisional para el matrimonio, pero el juzgado todavía no ha dictaminado sobre el asunto.

Alejandra aún no está recuperada. La niña sigue recibiendo atención médica y tratamiento para evitar las convulsiones que sufre.