El grave suceso de O Gorxal sacó a la luz la existencia de una enorme crisis medioambiental que a día de hoy sigue pendiente de solución. Caballero informó ayer que el Concello ha revisado la situación de numerosas empresas que vierten al Lagares, y los resultados no pueden ser más desalentadores.
Del total de industrias chequeadas solo 27 cuentan con autorización para realizar los vertidos, mientras otras 21 están gestionando la autorización. Por el contrario, 32 ni tienen permiso ni han intentado encontrar una solución legal. Para mayor complicación, 53 de estas empresas operan con licencia municipal pero 27 carecen de permiso del Concello.
«Esta situación no se puede prorrogar. Urbanismo trata de respetar los empleos que allí existen pero los propietarios deben dar los pasos necesarios para legalizar la situación», explicó el alcalde. «Es necesario combinar la legalidad y el respeto medioambiental con el mantenimiento del empleo, pero los plazos se agotan».
El máximo dirigente municipal tiene muy claro que «situaciones como las del antiguo O Gorxal no se van a repetir», en alusión al hecho de que la decena de empresas que allí operaban carecían de licencia municipal, salvo dos. Y para mayor gravedad, estas últimas las incumplían manipulando productos químicos.
Por ello Caballero aseguró que el gobierno local «va a ejercer una presión continua para que se legalicen y que respondan a nuestras demandas con rapidez. Esperamos que Augas de Galicia también se esfuerce», concluyó.