El Ayuntamiento de Vigo ordenó ayer a la empresa Rilope que adopte de inmediato las medidas de seguridad para que el edificio de Real número 20 no se caiga. El Concello ya advirtió el 22 de julio a la inmobiliaria que adoptase las medidas de seguridad pertinente, pero la compañía no hizo caso.
En los últimos tiempos el edificio de la calle Real ha sido utilizado por personas sin techo. La situación del inmueble ha empeorado tras las últimas lluvias. El jueves, la policía tuvo que desalojar a seis familias de la calle Real como medida de prevención ante el estado ruinoso del edificio número 20.
El Concello ha dado un plazo de diez días para que la empresa ejecute la demolición. Si no la efectúa, la ejecutará el propio Ayuntamiento. El teniente de alcalde y responsable del Casco Vello, Santiago Domínguez explicó que «faga quen faga a demolición o custo repercutirá no dono do inmoble.
La resolución firmada por el delegado del área de Urbanismo, el concejal José Manuel Mariño Mendoza advierte a la sociedad Rilope que será multada con una cantidad de 300 a 6.000 euros si no obedece la orden. No obstante, la empresa puede imponer un recurso administrativo de reposición en el plazo de un mes o un contencioso en dos meses.
Bouzas
El Concello no ha adoptado medidas solamente en el casco Vello sino también en Bouzas. Así, la policía local ha prohibido el estacionamiento y el paso por la calle san Miguel y ha vallado todo el contorno de la casa do Patín. El ruinoso estado del inmueble había sido denunciado por la asociación de vecinos y el teniente de alcalde, Santiago Domínguez visitó la zona el pasado miércoles y se cercioró del mal estado del inmueble. La visita de Domínguez fue decisiva para que el teniente de alcalde avisase al concejal de Seguridad Ciudadana, Xulio Calviño y éste ordenase a la policía local que actuase de inmediato.
El Concello ha acelerado al toma de decisiones sobre inmuebles en ruinas después del derrumbamiento acaecido el pasado domingo en un edificio de la calle Tomás Alonso de Bouzas. La caída del inmueble que ocupa el 202 casi le ha costado la vida a un ciudadano holandés que sigue muy grave en el Hospital Xeral.