Sandra Mosquera regresó en la tarde de ayer de Dublín después de conseguir su objetivo de hacerse un hueco entre las mejores en categoría júnior. En su tercera participación hubiese firmado estar entre las quince primeras, pero al final logró un meritorio séptimo puesto, a tan solo 28 segundos de la ganadora, que la confirma como la nueva promesa del cros español. La atleta llamada a suceder a Rosa Morató y Alessandra Aguilar en categoría absoluta. La siguiente española en la prueba, Beatriz Esteban, acabó en el puesto 54. La atleta del Comesaña confirmó en Irlanda su extraordinario estado de forma exhibiendo su mejor versión y sacándose de encima el estigma de las competiciones internacionales. En los dos Europeos anteriores su participación no había pasado de discreta y lejos de las expectativas creadas. Ahora ha sido todo lo contrario. No quería fallar en su despedida de la categoría y su objetivo incluso se quedó corto. Su séptimo puesto en categoría júnior tan solo ha sido mejorado a lo largo de la historia por Marta Romo, otra de las promesas que debe convertirse en realidad en poco tiempo. La palentina se había colgado el bronce en la misma prueba en la edición del año 2006. Con la temporada de cros a punto de finalizar, para Sandra Mosquera llega ahora el momento de la pista. Porque la viguesa no solo ha progresado a pasos de gigantes en el cros, sino que domina con una autoridad aplastante el 1.500 en su categoría. De la mano de Oliva Román Sandra ha ido creciendo como un meteoro desde que un día se iniciara en el cros Castro-San Miguel cuando era una niña.