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El portal de Belén revive en el barrio de Coia

Segundo Fernández redac.vigo@lavoz.es

VIGO

18 dic 2009 . Actualizado a las 02:56 h.

La Asociación Galega San Francisco volvió a volcarse con la organiza del belén viviente que se celebró ayer en su sede social en Coia. Cientos de personas asistieron a este evento que empieza a convertirse en una tradición tras ocho años de historia. El belén viviente se desarrolla dentro del marco de la celebración de la liturgia y participan cerca de cien personas con discapacidad intelectual, sensorial y plurideficientes que trabajan en los talleres San Francisco y que están siendo rehabilitados en sus centros. En el escenario de 600 metros cuadrados se montan diferentes los cuadros escénicos en base a los textos evangélicos. Al término del acto, numerosos visitantes se acercaron a ver la exposición de los objetos elaborados por los trabajadores de los distintos talleres de la asociación.

Pero, el detalle navideño más original se encuentra en una peluquería del número 33 de la Ronda de Don Bosco. Allí sus propietarios han hecho un derroche de imaginación y han sustituido las bolas del árbol por postales. Sin embargo, tampoco se trata de tarjetas normales, sino de fotos de políticos. Entre ellas no podían faltar las del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , y el líder de la oposición, Mariano Rajoy . Tampoco los dirigentes autonómicos se libran de esta soga tan peculiar. Así, los clientes de la peluquería de Ana no tienen necesidad de leer las obligadas revistas y, mientras les secan el pelo, pueden elegir entre todos los prebostes al más favorecido. Si no es del agrado del público siempre queda la posibilidad de hacerles un buen cardado, un recogido de moda, mechas, tinte de color caoba o el típico brushing para los más discretos. Tanto éxito ha tenido la iniciativa, que más de un cliente preguntó si las postales estaban a la venta. 38 trabajadores del hospital no quien volver al médico. Y cuando termine el año se habrán marchado del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), que integra a los hospitales públicos de la ciudad, 38 trabajadores a lo largo del 2009. Se jubilan. Entre ellos hay nueve médicos (dos jefes de servicio), pero también otro personal, desde cocineros a enfermeras, todos los eslabones de la cadena sanitaria. Después de toda una vida volcados en curar a la gente, cada uno desde su puesto, ya les tocaba un descanso y se van a casa. A disfrutar de la Seguridad Social -para la cual han estado trabajando más que nadie-. Y a comer el turrón, que es Navidad y es un buen momento para colgar el uniforme. El gerente del complejo, Francisco Soriano, les dedicó unas palabras ayer mediodía en el salón de actos del Xeral, donde recibieron un homenaje de la casa para la que trabajaron. Ahora toca cuidarse e ir al médico lo menos posible.