La Plataforma de Afectados por la Depuradora del Lagares, a través de su portavoz José Antonio Fernández, solicitará mañana ante el Comité de Peticiones del Parlamento europeo la suspensión de los fondos comunitarios destinados al anteproyecto de ampliación de las instalaciones. En su intervención, apoyada por el eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Muller, reclamará la elaboración de un nuevo estudio técnico y ambiental, riguroso, independiente e integral. El objetivo es conseguir una depuración eficaz, de forma que elimine totalmente los vertidos en la ría, erradique cualquier tipo de molestia a la población, respete los intereses del marisqueo y la pesca y, en general, no provoque daños en el medio ambiente. Pasividad A través del discurso denunciará la pasividad de la Justicia y la deficiente interpretación que se ha hecho de la normativa europea, lo que, a su juicio, ha contribuido al desastre medioambiental y a la violación de los derechos individuales de los vecinos. «Como informó el propio Ministerio de Medio Ambiente, en 1989 fue denegada la solicitud de concesión de ocupación del dominio público marítimo-terrestre y no consta que tenga título habilitante alguno», explica. Para los afectados es inconcebible que se intente construir una nueva planta en el lugar de la actual sin identificar antes las causas del mal funcionamiento de la existente. Creen que el enfoque de una macroinstalación es erróneo y a cambio proponen un saneamiento descentralizado en el que participen todos los municipios que vierten a la ría. La carencia de separación entre pluviales y fecales, la recogida de aguas industriales y la ubicación del emisario submarino completan la denuncia. Altura Desde el punto de vista medioambiental, entienden que la depuradora, con instalaciones de 18 metros de altura, se ubicaría de nuevo en la desembocadura del Lagares, en un humedal con alto valor ecológico, histórico y patrimonial, calificado como hábitat prioritario, según la Directiva Hábitats. Por ello, adierte que supondría un grave e irreversible impacto sobre la flora y fauna. Tampoco olvidan los perjuicios sociales al estar situada cerca de varias viviendas unifamilares y centros de enseñanza, tales como dos colegios y un instituto. Eso, sin contar la escasa distancia de la playa de Samil, la más populosa de Vigo.