Cerrada ya la campaña de angula en el Miño, los pescadores no salen de su asombro. A principios de semana confirmaban el insólito vertido de miles de piezas de plástico que llenaban sus peneiras, hechos que investiga tanto la Guardia Civil como la policía marítima lusa pero, lejos de que la proliferación de estas extrañas piezas decaiga según se van recogiendo con las redes, parece haber llegado otra remesa. «Los primeros días eran piezas viejas y, de repente, en las dos últimas noches de actividad, todo lo que se recogió eran fichas similares, pero totalmente nuevas», señaló ayer Samuel Martínez, el presidente de la asociación de pescadores del río Miño. Esta circunstancia les obliga a pensar en lo que resulta más obvio y, a la vez, más preocupante. «Estamos francamente desconcertados pero tenemos que pensar que puede haber habido un segundo vertido al río», afirma la entidad. El blanco reluciente de las piezas contrasta con el más envejecido que caracterizaba a las primeras. Si fuese al revés no sería extraño, especialmente si se tiene en cuenta que en la luna de enero no se pudo trabajar pero «lo que está claro es que las últimas llevan poco tiempo en el cauce y además se coge más cantidad en la zona de Tabagón que en la parte más baja del río por lo que todo apunta a que además vengan desde arriba y no del mar». Dos particularidades que contradicen la tesis más extendida y que apunta al posible vertido, fortuito o intencionado, de algún contenedor en el mar. Desde el miércoles ya no se trabaja con tela y la red de la lamprea no es tan tupida, por lo que ya no pueden recoger piezas. De ahí que, ante la preocupación palpable del sector en las dos riberas, la asociación de pescadores del río Miño va a solicitar a la Comandancia Naval de Tui autorización expresa para poder echar una tela dentro de unos diez días, cuando se acerque la luna nueva de marzo, para poder evaluar la situación. «Será de día porque lo que se pretende no es coger angula sino solo echar la red, de manera excepcional para saber lo que hay; no se puede hasta entonces porque hay que esperar que la corriente tenga fuerza suficiente», explicó Samuel Martínez. Su homólogo luso, Antonio Felgueiras, confirmó que «tamén está a investigar a capitanía de Caminha, á que se lle notificou dos feitos a comezos de semana». «A preocupación é evidente porque nunca tal cousa se viu», añadió.