El Octavio Pilotes «está en coma» y necesita un milagro para salvarse

David Moldes

VIGO

16 mar 2010 . Actualizado a las 12:16 h.

El presidente del Octavio Pilotes Posada, Javier Rodríguez, lo tiene claro. Solo un milagro evitará el descenso de su equipo. «Estamos a punto de entrar en coma. La situación es muy difícil y las posibilidades de lograr la permanencia son mínimas».

En Vigo todavía se siguen acordando de la derrota en el derbi contra el Cangas. «Perder en O Gatañal nos mató. Eran dos puntos con los que todos contábamos», recuerda Rodríguez.

Además, el pinchazo del pasado domingo en la pista del Fraikin Granollers (32-24), unido a las victorias de Toledo y Alcobendas, deja al equipo vigués en una situación muy delicada en la clasificación.

Con tres puntos de desventaja sobre sus rivales directos, Torrevieja y Alcobendas, el margen de error del Octavio es ahora mínimo. La salvación se cifra en 18 puntos. Al equipo de Quique Domínguez le faltan siete para llegar a esa marca. «En lo que va de temporada hemos ganado cinco partidos, por lo que parece muy difícil que ahora consigamos ganar cuatro en las últimas nueve jornadas. Lo veo muy negro», insiste el presidente.

El calendario tampoco ayuda. El Octavio todavía tiene que medirse a tres de los cuatro grandes: Barcelona, Valladolid y Ademar de León. Pese a todo, su entrenador sigue soñando con la permanencia.

«Seguimos dependiendo de nosotros mismos. El partido contra el Cuenca es vital. Si lo ganamos nos volveremos a meter en la lucha. Si perdemos, el descenso será prácticamente una realidad», reconoce Domínguez.

Pero en Vigo también estarán pendientes de lo que hagan sus vecinos de Cangas. El equipo de Milos puede ser el mejor aliado de los vigueses. Por O Gatañal aun tienen que pasar el Torrevieja y el Alcobendas. «Si el Torrevieja pierde en Cangas se meterá de lleno en la pelea del descenso porque su calendario no es nada fácil. Si gana, dará un paso de gigante hacia la permanencia».

Movimientos

El pobre rendimiento del serbio Bojan Stefanovic sigue siendo un lastre demasiado grande, sobre todo por la baja de Kobin. Sus números son paupérrimos. Por eso, el club ha decidido mover ficha. Buscará un lateral derecho en el mercado. El futuro del club está en juego y, aunque la economía es delicada, la situación merece un esfuerzo.

«Si aparece algo interesante iremos a por él, aunque ahora mismo lo veo muy difícil», desvela Domínguez.

El mercado nórdico se presenta como la mejor opción. Las ligas de Suecia y Dinamarca terminan este mes. Allí ya pescó hace un par de temporadas el Teka Cantabria, dirigido entonces por Juan Domínguez, hermano del entrenador del Octavio.