El editor que, según me confiesa, la tomó prestada de un galleguista de pro, saca a colación la tal teoría a propósito de la presentación del primer volumen de la Historia de América, de Carlos Sixirei. Y es que el manual profundiza en una de esas valiosas patas que hacen a Galicia tan atractiva y singular, la lengua. Es la primera historia de América que se escribe en gallego. Es más, es la primera historia de América que se escribe en uno de los idiomas oficiales de la península ibérica que no sea el castellano.
La obra, que abarca desde la etapa precolombina a la colonial, se presentó ayer en la Casa del Libro. Carlos Sixirei y Bieito Ledo no han hecho más que iniciar su relación literaria, ya que habrá un segundo volumen, en este caso para retratar las dos últimas centurias de historia americana. En ello está ya zambullido el profesor universitario, que conoce de primera mano la realidad de un continente en el que ha residido durante años.
Esa cercanía confiere a la obra una pátina muy personal, en la que el autor, profesor de Historia de América en la Universidad de Vigo, refleja su propia experiencia.
Y por terminar con la teoría de las cuatro patas, las tres que aún no he mencionado son la privilegiada situación geoestratégica de la comunidad, la existencia de multinacionales con presencia en todo el mundo y los más de 400 centros gallegos espallados por los cuatro puntos cardinales del planeta, auténticas embajadas pegadas a la realidad del día a día.
Recordó Bieito la anécdota protagonizada por Julio Fernández, el presidente de Filmax, durante un viaje a Tokio. Al volante del taxi que cogió para asistir a una de sus citas profesionales estaba (cómo no) un gallego que, además de no cobrarle la carrera, al llegar al destino le invitó a un café, en el que le puso al cabo de la calle de mil y un detalles valiosos.
La moraleja que sacó el nativo más famoso de A Fonsagrada es que en los centros gallegos o, en su defecto, en los taxis conducidos por gallegos se obtiene mejor información que en ninguna cámara de comercio.
Iniciativa pionera donde las haya es la que ha tenido el Concello de Tomiño. Puestos a organizar un taller práctico se les ocurrió uno de nanas. Sí, de nanas, ese método nada científico (o tal vez sí) pero tan efectivo para dejar fritos a los bebés. La elevada asistencia de alumnas me lleva a pensar que Sandra González, madre de la idea, conoce de primera mano las tribulaciones de los progenitores ante el insomnio o, lo que es peor, el llanto inconsolable de sus bebés.
Más de una veintena de madres estrenaron el sui generis taller el pasado fin de semana bajo la batuta de Ugía Pedreira. La integrante del grupo Marful, guitarra en mano, enseñó a las asistentes a cantar nanas tradicionales gallegas y portuguesas, y también coplas populares. Luego las animó, dicho sea de paso con éxito, a crear una composición propia.
Como la mayoría de las alumnas llevaban a sus niños pudieron comprobar in situ las bondades de las nanas para propiciar dulces sueños.
No faltó una parte teórica, en este caso a cargo de Rosa Bugallo. La presidenta de la asociación Vagalumes hizo un análisis de las canciones de cuna desde un punto de vista filosófico. Dijo que vienen a ser una manifestación artística que les hacemos a los bebés. Éstos agradecen la actuación y, lo que es más importante, duermen como benditos.
El presidente de la Asociación de la Prensa de Vigo durante los últimos 18 años se despide. El adiós definitivo se producirá el próximo día 22, que es cuando, votos mediante, se conocerá el nombre de su sucesora (o sucesor). Dice Fernando que el cierre de los actos del Centenario de la entidad es un buen momento para hacer mutis. ¿Quiere eso decir que la retirada sea total? En absoluto. A partir de ahora, según dice por invitación de su homónimo coruñés, Manuel González, su tarea corporativa se centrará en la Federación.
Está especialmente orgulloso de haber reactivado durante su mandato el Premio Luis Taboada, con el que el Concello reconoce la mejor labor periodística local, y también de que tengan sendas calles en la ciudad el fotógrafo Ángel Llanos y el periodista Benedicto Conde.
Se celebrará mañana (21.30 horas) en el hotel Coia. Avisados quedan todos los gudeljianos que todavía no hayan reservado plaza.