La Comisión permanente contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia ha impuesto una multa de 6.000 euros y la prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período de dos años a un aficionado radical del Celta. Este hincha, con motivo del partido Real Club Celta de Vigo contra el Real Betis Balompié lanzó varias piedras y botellas contra los agentes policiales, generando un grave riesgo para la integridad física de los aficionados que accedían en esos momentos al estadio.
También se han impuesto otras tres multas, de 5.500 euros cada una, y dos años de prohibición de acceso a campos de fútbol, a otros tres aficionados que formaban parte del mismo grupo y que increparon con graves insultos a los policías y a varios aficionados del equipo visitante incitando a la violencia. Durante su identificación, la policía les incautó 13 barras de hierro y cobre, cadenas y piedras que lanzaron contra los béticos.
Los sancionados son A.R.R., de 34 años de edad, al que se le intervinieron tres bengalas, una pelota de golf, 20 canicas, una cadena metálica y una barra de hierro; M.I.L.P., de 31 años, al que se le intervinieron tres estacas de madera y cinco barras de cable forradas. Asimismo, los policías también identificaron a F.J.C.P., de 26 años de edad, al que se le intervinieron siete barras de cable de cobre forrados y una bolsa de plástico con cuatro piedras.
También ficharon a A.P.S., de 21 años, y D.F.O., de 24, a quienes no se les intervino ningún material contundente.
Los incidentes se produjeron antes del partido del pasado domingo. Los funcionarios policiales vieron a un grupo de jóvenes aficionados del Celta en la calle de Manuel de Castro que comenzaron a lanzar envases de cerveza y piedras contra un turismo de marca Volkswagen Golf ocupado por varios seguidores del Betis. A continuación bloquearon el paso del coche y lo zarandearon y golpearon. Preso del pánico, el conductor intentó escapar y realizó una maniobra evasiva por la cual tuvo un choque contra la mediana.
Trofeo de guerra
Con la mentalidad infantil del que arrebata un pendón de guerra, uno de los agresores consiguió quitarle una bufanda bética a un ocupante del vehículo.
La Policía Nacional acudió a frenar la agresión, pero los celtarras respondieron con el lanzamiento masivo e indiscriminado de más envases de cristal y piedras tanto hacia los policías como a los viandantes y vehículos que por allí pasaban. Tras la carga policial los jóvenes se dispersaron por las inmediaciones de Balaídos, pero los agentes identificaron a cuatro de ellos, los ahora sancionados. Los identificados fueron tachados por la policía como «radicales para los que el fútbol es una excusa para utilizar la violencia».