Los anfitriones del Pines Badajoz acaban con el sueño del ascenso de un Novás que dio la cara
VIGO
El sueño del ascenso se esfumó ayer para el Atlético Novás. El Pines Badajoz privó al equipo de Abel González del ansiado salto a la División de Plata, categoría en la que jugarán la próxima temporada el Cangas, el Octavio y el Teucro, si finalmente los pontevedreses no ascienden a la Asobal.
Ambos equipos ya se habían enfrentado en el primer sector de ascenso y se conocían bien. El entrenador del Novás intentó sorprender de inicio a su rival cambiando su habitual defensa 6-0 por un 5-1 para frenar a la potente primera línea extremeña, pero el efecto sorpresa no funcionó.
El técnico del Pines, Nino Antúnez, demostró tener muy bien estudiado al Novás. Su equipo ganó el partido en defensa. Los extremeños sabían que los de Abel dependen mucho del lanzamiento exterior de Rafa Gestido, por eso se centraron en parar al lateral izquierdo.
Pero a los problemas en ataque se sumó la escasa aportación del portero Esteban Pedrosa. El cangués no tocó un balón en los primeros minutos, todo lo contrario que el meta rival Borja Presumido, que se convirtió en un muro infranqueable.
Contracorriente
Al igual que en el partido contra el Barça, al Novás le tocó remar contracorriente desde el principio. Ni el tempranero tiempo muerto solicitado por su entrenador (10-5, min.13) hizo reaccionar al equipo. El Pines Badajoz, espoleado por su afición, era un vendaval.
Abel lo intentó todo: variantes defensivas, mixta sobre el lateral Darío Calahorra?, pero no era el día del Novás. Mejoró en defensa, pero siguió muy acelerado en el juego de ataque y eso permitió al Pines romper el partido en el inicio del segundo tiempo (14-23).
Con La Granadilla celebrando ya el ascenso, el Novás tiró de orgullo para no rendirse. Arriesgó con una defensa muy abierta y poco a poco empezó a limar su desventaja. Del 20-27 se pasó a un esperanzador 27-28 a falta de poco más de un minuto y con balón para el Pines. El gol del pivote Alejandro Garza enterró el sueño de O Rosal. El ascenso tendrá que seguir esperando, como mínimo, un año más.