Denuncian la muerte de un perro que fue devorado tras estar atado dos meses en Ponteareas
VIGO
Cuando Dante imaginó su infierno, el que recorría de la mano de Virgilio en La divina comedia , debió de reservar un hueco para el perro que apareció ayer en Ponteareas. Difícil imaginar cuál sería el pecado en vida del pobre animal para haber sufrido una muerte así: atado en una zona de cardos y ramas secas durante dos meses y devorado por las alimañas del monte A Picaraña. El sobrecogedor espectáculo fue localizado por personal del refugio de Ponteareas, a unos cien metros de la zona.
«Estaba en un área de difícil acceso, aunque cerca de un camino. Nosotros no solemos ir nunca por allí pero imaginamos que quien lo dejó quería que nos hiciéramos cargo», apuntaron desde la sociedad. En un paseo del sábado descubrieron los restos del animal, que se ceñían a la piel y los huesos del cráneo.
Junto a él, una bolsa de la compra con un recibo en el que constan los números de una tarjeta de compra por puntos y la lista de los productos, entre ellos alimento para perros que no se sabe si le dejaron cuando lo abandonaron. Según los miembros de la protectora, el animal podría llevar unos dos meses abandonado. «Había cardos y muchas ramas secas, la correa no le daba espacio para huir o defenderse, tenía la mandíbula rota y el fémur pelado», denunciaron los implicados.
Ante este despropósito, desde la agrupación acudirán a presentar una denuncia ante el servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil, para que investiguen lo sucedido y localicen a los propietarios del animal. Además, ya han colgado en el blog del refugio las imágenes y la denuncia, que ha provocado los comentarios de solidaridad de muchos internautas.
Amenazas
El fin de semana dejó más sorpresas en el refugio, cuidado por voluntarios de la comarca que carecen de ayudas municipales para afrontar los gastos de mantenimiento, alimentación y limpieza. Poco después de irse apareció otro animal atado al portalón de la entrada. No es raro. Prácticamente cada semana se encuentran en el acceso cajas de cachorros, animales heridos o perras preñadas. Ellos son casi afortunados. Otros son abandonados a su suerte por los alrededores del monte y tardan varios días en encontrar el refugio, por lo que cuando llegan están en los huesos, con sarna y sufriendo epidemias y otros males. «La semana pasada llegó uno con un tiro en el hombro. Llegan muchos animales en temporada de caza. Esa y la del verano es la peor época, no podemos con todo», asegura Isabel Fontenla, una de las voluntarias de Ponteareas.
Están tan desbordados que muchos de los colaboradores se han tenido que llevar a los enfermos a sus viviendas particulares. «Uno tiene quince y hay otro con 17. Los que viven en pisos solo pueden quedarse con dos o tres», se lamentan en el refugio, con serios problemas de mantenimiento. La última campaña de recogida de fondos sirvió para comprar una caseta donde guardar el pienso y así evitar que se lo comieran las ratas. Ahora tienen problemas porque con los temporales de invierno los árboles han desaparecido y hace falta sombra para los canes, que tratan de generar con toldos y mantas. A todo ello, se suma el problema de los terrenos que ocupan, propiedad de la comunidad de montes. Recibieron un ultimátum para abandonarlos en tres meses y ya ha pasado un año y medio desde entonces, por lo que temen que en cualquier momento pueden desalojarlas. Sus intentos por gestionar con algún ayuntamiento de la comarca un espacio para reubicarse han resultado todos fallidos, aunque les sobra ganas e ilusión y continúan luchando por encontrar un sitio para los perros.