Los usuarios del bus al Sá Carneiro destacan las facilidades que les ofrece
18 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Estación de autobuses de Vigo. 8.45 horas. Decenas de personas esperan para coger la línea de Autna hacia Oporto. Buena parte de ellos son gallegos que se bajarán en la parada del aeropuerto de la localidad lusa, desde donde han elegido iniciar sus vacaciones.
Se trata de un trayecto de una hora y tres cuartos con una única parada en Valença do Miño. Salvo desastre de tráfico, ni un minuto más. A cambio de los diez euros que cuesta el viaje -18 si es ida y vuelta-, «muchas más conexiones y vuelos más asequibles», según coinciden los que descartan Peinador. «El de Vigo es malísimo, yo diría que el peor de Europa», sentencia el pontevedrés Eduardo Rey, que el viernes se montó en el autobús de Autna acompañado de Beatriz Campos. «Así, el billete a Fráncfort con Ryanair nos salió por 40 euros. La otra opción era haber ido por Madrid y el precio se disparaba», explica.
La ciudad alemana es también el destino de Isabel Álvarez. «Compensaba saír desde Oporto xa non collendo este bus, senón mesmo indo no meu coche, porque así a viaxe costou 112 euros ida e volta, e pasando por Madrid subía a 300», cuenta. Cada más vigueses vuelan desde Oporto «porque é coma todo, a xente vai ao que saia máis barato. É lóxico».
Un grupo de amigos no se dirige en esta ocasión al aeropuerto, sino a visitar la ciudad. «Pero hace poco fuimos desde allí a Bruselas, porque había muchas más fechas para elegir que saliendo de Santiago», recuerda una. «Galicia debería tener un único aeropuerto internacional en la capital, donde se centralizara todo el tráfico y que funcionara bien», sostiene otra. Para estos turistas, el autobús es «fantástico», algo en lo que coinciden los usuarios portugueses. «Es rápido y los horarios siempre se cumplen. Disfrutas del paisaje, algo que no puedes hacer cuando conduces», dice Isolina da Cruz, lusa que trabaja en España y frecuenta este bus.
Una vez en el Sá Carneiro, llega el momento de que se bajen los que parten y se incorporen los recién llegados. «Trabajo en Girona y con Ryanair he venido en avión desde allí por 44 euros. Si quería viajar a Vigo tenía que ser desde Barcelona y no me compensaba», comenta el redondelano Fernando Pérez.
La madrileña Samanta Picado y el catalán Jordi Triona también llegan de Girona. «Tengo familia aquí y pasamos la mitad de las vacaciones con los parientes de cada uno», explica ella. Según ambos, el aeropuerto de Vigo «es pequeñito, pero hace su servicio y, aunque tiene pocas conexiones, algunas son muy buenas, como la de París». No es la primera vez que cogen el bus de Autna: «Los horarios no siempre coinciden bien, si llegas un domingo por la noche ya te puedes olvidar».
Los que se estrenan en la ruta disfrutan especialmente la visita panorámica en autobús por Oporto -en el regreso a Vigo desde el aeropuerto hay cuatro paradas en la ciudad-, como el arousano Carlos Agra, llegado de Ginebra con Easyjet. «Supe de este bus a través de Internet y me pareció muy económico; ahora, visto como funciona, creo que repetiré», admite.