Caballero no piensa gestionar mejoras en los enlaces del sur de Galicia con Peinador
VIGO
El alcalde vigués no tiene intención de gestionar la mejora de las comunicaciones de las localidades del sur de Galicia con el aeropuerto de Peinador, en la actualidad mejor conectadas con el Sá Carneiro de Oporto. Caballero alega que él solo tiene competencias en lo que se refiere a Vigo, de ahí que, en su opinión, no pueda hacer nada que afecte a otros municipios. Además, entiende que tales circunstancias no tienen que ver con el descenso de pasajeros que se viene registrando en los últimos meses.
Sobre la reducción de las 55 paradas efectuadas por el autobús urbano que enlaza la ciudad con Peinador explicó que se estudiará por si fuera necesario algún ajuste para mejorar su eficacia. Reconoció que esta línea no es muy utilizada en la actualidad por los pasajeros del aeropuerto vigués, tal como dio a conocer en su día la empresa concesionaria del transporte público, Vitrasa. El exceso de paradas hace que el bus urbano tarde 45 minutos en hacer el trayecto de la plaza de América a Peinador.
Buena muestra del poco uso que los pasajeros hacen de la línea del aeropuerto es que en un viaje utilizado por 54 personas, solo una se dirigía a Peinador.
Un informe de sostenibilidad ambiental de Aena establece que de las personas que acceden al aeropuerto, el 62% lo hace en coches particulares, el 25% en taxis y el 9% en vehículos de alquiler, mientras que en autobús de línea regular se trasladan entre un 2 y 3% y en buses de cortesía (de hoteles o agencias), el 1%. Habitualmente los grandes aeropuertos disponen de conexiones con la ciudad cada cinco o diez minutos. Los de tamaño medio fletan los vehículos cada diez o veinte minutos con el fin de que resulten competitivos. A partir de ahí, los traslados suelen resultar farragosos y poco fiables, lo que lleva a los usuarios a desconfiar de la puntualidad y, por tanto, de su eficacia.
En general, los buses cuentan con espacios libres adecuados para la colocación de maletas y las paradas suelen estar situadas a pocos metros. En el caso de Peinador, las obras han obligado a cambiar su ubicación en varias ocasiones, un obstáculo más a añadir en la lista.