Voluntarios del «Prestige» comienzan a mandar piedras de sus localidades que servirán para crear un monumento en la costa
09 sep 2010 . Actualizado a las 11:45 h.Oia no olvida aquella marea de voluntarios que enfundados en trajes de color blanco acudieron en masa a quitar el chapapote de las rocas. Hace tiempo que el artesano Xabier Garrido le viene dando vueltas a la manera de crear un testimonio permanente de agradecimiento por aquella solidaridad que fluyó de todos los rincones de la península. Su idea de crear un tótem con un gigantesco tronco que hace dos años llegó flotando a la deriva y que él mismo arrastró hasta Porto dos Barcos va tomando forma. Ya ha trasladado el palo de casi 20 metros de largo junto a su domicilio para poderlo trabajar y pulir la madera tropical para que salga a relucir toda la belleza de sus vetas.
Y las piedras de las localidades de origen de los voluntarios que estuvieron en Oia van llegando también poco a poco por correo postal. Todas las aportaciones serán incrustadas en la madera y también formarán parte de una base cuyo elemento principal será una enorme pieza de granito de color negro y seis toneladas de peso.
Xabier Garrido sigue invitando a todos los voluntarios a que le envíen más piedras. Basta introducirlas en un sobre y poner el nombre de Xabier Garrido y el código postal 36309 de Oia para que lleguen a las manos de este artesano.
El monumento a los voluntarios del Prestige es un trabajo lento. No tiene prisa en concluirlo porque hasta que no se cumpla el décimo aniversario dentro de dos años no tiene previsto inaugurarlo. El enorme palo que apuntará al cielo estará colocado en alguno de los lugares afectados por la marea negra, incluso podría ir a parar a otro concello si no recibe apoyo en Oia.