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Cerillo, el gerente que más goles mete

Juan Villar VIGO/LA VOZ.

VIGO

El extremo izquierdo vigués, que compagina su labor directiva dentro del Octavio con la de jugador, es el máximo realizador del equipo con 28 tantos en tres partidos

05 oct 2010 . Actualizado a las 11:53 h.

José Ángel Fernández Sedano, más conocido en el mundillo del balonmano como Cerillo, es para el Octavio Pilotes Posada algo más que uno de sus extremos izquierdos. Su dedicación al club en el que lleva 19 años metido, como quien dice toda la vida pues todavía no ha alcanzado la treintena, es absoluta.

Fuera de las horas de entrenamiento y de los partidos, su labor profesional se desarrolla también en los despachos, pues desde esta temporada es oficialmente el gerente del club, labor que ya venía desempeñando de forma extraoficial el año pasado.

«Ya hace un tiempo le propuse al presidente, Javier Rodríguez, echarle una mano y poco a poco me fui involucrando en las cuestiones organizativas. Javier es quien lleva el peso del club casi en solitario y todo el trabajo que le podamos quitar lo agradece y se lo merece», señala Cerillo.

El número de horas que le dedica a la semana al Octavio es incalculable. «Son muchísimas, y si le preguntas a mi mujer seguro que te dice muchas más horas de las que pueda decir yo», apunta. Pero es una labor con la que disfruta y no le disgustaría dedicarse a esto en exclusiva cuando se retire de las canchas. «Son 19 años en el club y es ya como mi casa. Son horas de trabajo, pero que se lleva bien».

Lo primero es la cancha

Sin embargo, la labor directiva no le quita ni un ápice de su competitividad en la pista. Más bien está en uno de los mejores momentos de su carrera, pues es el máximo goleador del equipo en las tres jornadas disputadas en División de Honor Plata. Lleva una media por encima de los nueve tantos por encuentro. Un total de 28. Sus once goles al Anaitasuna el pasado sábado fueron claves para la victoria final. «Me considero un jugador más de la plantilla y mi intención siempre es hacerlo bien en la pista. Lo secundario es ayudar a Javier y al club. En primer lugar me considero jugador», afirma Cerillo con rotundidad.

Ya en Asobal ha tenido temporadas muy destacadas, pero él cree que esos goles de momento es «algo anecdótico, solo son tres partidos, habrá que hacer balance más adelante a ver como va el año». Se alegra porque sirven para «ayudar al equipo, pero hoy soy yo y otros días serán otros compañeros».

Entre Moledo y él marcaron 17 de los 25 goles del Octavio el sábado. ¿Qué ocurrirá cuando les tapen los extremos? Cerillo no ve problemas. «Siempre hemos sido un equipo que como seña con Quique de entrenador finalizamos mucho por los extremos. Los rivales lo tienen en cuenta y cada vez irán dejándonos menos huecos a nosotros. Pero eso es bueno porque habrá más huecos en la zona central y seguro que lo aprovecharemos».

Lo que más se ven son los goles, pero aporta su granito de arena también en defensa, una faceta en la que insiste en trabajar Quique Domínguez. «Marcadores de veintipocos goles son los que tenemos que llevar para ganar partidos».

Le gusta la responsabilidad

De momento es el lanzador de los penaltis. El sábado incluso se animó a lanzar uno en la recta decisiva después de haber fallado el anterior. «Quique es quien decide quienes son los lanzadores. Somos tres o cuatro. Estos últimos años he notado un pequeño bajón en la efectividad, pero de trabajarlo en los entrenamientos vuelvo a tener confianza. Después de fallar el anterior, el otro día el entrenador me animó a que lanzase el último. Me considero un jugador que me gustan ese tipo de situaciones de responsabilidad».

Le gusta asumir retos, y si en los despachos lo hace en el futuro igual de bien que sobre la pista, al club le esperan buenos tiempos. Este verano ha ayudado incluso en los fichajes, aunque «no quiero meterme mucho en eso porque también soy jugador», aclara. De momento, que siga brillando en la pista.