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Un sistema diseñado en Vigo logra detectar antes los tumores

Ángel Paniagua Pérez
Á. Paniagua VIGO/LA VOZ.

VIGO CIUDAD

Las alertas radiológicas del Chuvi reducen drásticamente el número de pacientes en los que no se halla un cáncer hasta que existe metástasis y es ya incurable

31 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Cuando a un vigués se le detecta un tumor en un pulmón, prácticamente en la mitad de los casos ya no hay nada que hacer. Así lo demuestran los datos recogidos en el Chuvi: el 44% de los pacientes presentan metástasis a distancia, es decir, el cáncer de pulmón se ha extendido tanto que ya ha llegado a un órgano diferente. Entonces, los médicos solo pueden dar tratamientos paliativos para alargar levemente su pronóstico vital. El caso ha llegado tarde.

A los médicos de Vigo les obsesionaba esta idea y se propusieron como objetivo principal detectar antes los cánceres. Era la única manera de curarlos. Contaban ya con la llamada vía rápida del cáncer de pulmón, que da prioridad a los pacientes de los que se sospecha que pueden tener un tumor para que no tengan que esperar.

Ahora, los especialistas de Vigo han logrado detectar antes los cánceres gracias gracias un sistema de trabajo diseñado por ellos mismos. Con él, los pacientes a los que se le detecta el cáncer de pulmón cuando ya tiene metástasis -lo que en el argot se conoce como estadio IV- han pasado a ser menos de un 35%. Esto significa que la supervivencia de los pacientes es mayor simplemente porque se detecta -y se trata- antes la enfermedad.

La técnica de trabajo está basada en la coordinación. Se conoce como sistema de alertas radiológicas. Consiste en que cada vez que en el servicio de radiología entra una placa con un posible tumor, el propio radiólogo manda una alerta por correo electrónico a los neumólogos para que la valoren al instante. Da igual que la radiografía se haya pedido para cualquier otra cosa -una revisión, un preoperatorio...-: a la mínima sospecha, entra en el sistema. Antes, si la placa era de un preoperatorio para una cirugía que se fuera a hacer cuatro meses después, permanecía todo ese tiempo en un cajón.

En el mismo día, o como mucho una jornada más tarde, el neumólogo se pone en contacto con el médico de cabecera del paciente, que es normalmente quien ha pedido la placa. Este le dice al paciente que vaya al hospital y le da el nombre de su neumólogo. En todo el proceso lo tutelará siempre el mismo médico.

Un sistema único en Galicia

El sistema es único en Galicia cumple dos años en diciembre. Los resultados todavía son preliminares, por eso los médicos son cautos al valorarlos, pero reconocen que son muy prometedores, porque ha caído drásticamente el número de pacientes que llegan en el peor momento de la enfermedad. Su objetivo es que los potencialmente operables no sean solo el 24%.

Además, los médicos de la pública han tenido la visión de coordinarse con los de Povisa, que atiende a 143.000 ciudadanos del Sergas. Como los doctores de familia pertenecen todos al sistema público y suelen ser los que piden las placas, el paciente se beneficia del sistema aunque pertenezca al área del hospital privado.