El vecino Santiago Vence denunció ayer la tala del tilo plateado centenario que fue transplantado durante la urbanización del entorno de Povisa. Durante los últimos seis años, el vecino Santiago Vence pleiteó con el ayuntamiento y las constructoras para indultar al único ejemplar de esta especie de Vigo. «Parecía un árbol con nieve», recuerda. El 11 de noviembre del 2004, logró el trasplante del árbol desde la calle Tarragona a un solar de San Amaro. Aguantó seis años hasta que se secó o enfermó. Fue talado por sorpresa el pasado viernes.
«Hubo dejadez y desidia premeditada. El árbol, desde el principio, molestó a las constructoras, pues lo consideraron como un obstáculo para sus intereses, hasta tal punto de querer dinamitarlo. Lamento la dejadez del Ayuntamiento, que no tomó medidas de promoción porque una promotora estaba construyendo un párking subterráneo cercano. A todos los que os déis por aludidos, lo habéis conseguido. Es un triste final para este árbol singular. Podéis estar orgullosos», criticaba ayer.
Mal cuidado
Este cree que el árbol fue mal cuidado y saboteado tras su trasplante desde la finca de Povisa a San Amaro. «Al contrario que en la avenida de Castelao, no lo protegieron con fajas contra las vibraciones de las obras. Además, le colocaron delante una valla publicitaria que le arrancaron las raíces, nadie se molestó en regarlo peso a que lo pedía repetidamente. Hasta le echaron líquidos nocivos y, a pesar de todo, sobrevivió hasta que se secó», indicó ayer Vence, que limpiaba esa parcela. «Ningún grupo ecologista me apoyó», recordó. Sus acciones lograron sensibilizar al Concello.
«Es muy fuerte lo que ha ocurrido ahora», añadió.