El presidente pide que los problemas del equipo se aplacen
02 mar 2011 . Actualizado a las 12:09 h.Mientras la situación deportiva del Uorsa Vigo aumenta las dudas sobre la permanencia después de las victorias de dos de sus rivales directos este fin de semana, en el plano institucional las aguas bajan también revueltas tras la acusación del venezolano Manuel Blanco de que no cobra desde que empezó la temporada y sus declaraciones de que el presidente tiene abandonado al equipo.
Guillermo Touza prefiere no responder a estas acusaciones, ya que cree que «estas cosas es mejor hablarlas en privado, y en cualquier caso es un tema a tratar cuando termine la temporada y ya no tengamos nada en juego».
El sempiterno presidente del Club Vigo Voleibol admite que el club atraviesa por serias dificultades económicas y no niega que pueda haber retrasos en el pago a los jugadores, algo que defiende que siempre ha ocurrido y no solo con ellos, sino también con la mayoría de los clubes de la ciudad.
Desconfía del calendario
Lo que más preocupa a Guillermo Touza es conseguir la permanencia, y a tres jornadas del final del campeonato no lo ve claro, sobre todo porque teme que puedan darse resultados inesperados de otros rivales directos que ganen a equipos de mayor nivel.
«En la última jornada el penúltima va a Soria y consigue la victoria, estas cosas pueden pasar en fútbol pero en voleibol es muy extraño, y ya hace cuatro años descendimos por cosas así», señala el presidente.
El Zaragoza, que es penúltimo, tiene un partido a priori imposible este fin de semana en Palma, pero termina la liga con dos partidos en casa, uno asequible y el otro muy fácil ante el colista. Si suma esos seis puntos estaría por delante del Vigo, si este pierde sus tres encuentros.
Uno de los duelos claves es el de este fin de semana entre dos equipos que están por debajo de los vigueses, el Vecindario que recibe al Tenerife Sur. Precisamente en Vecindario termina la liga el Uorsa ante un rival que puede llegar con opciones de superarles.
Touza espera que esa última jornada no sea decisiva porque no ve al equipo en las mejores condiciones para afrontar una final de esas características. «El otro día contra Barcelona vi una mala actitud, bastante apatía, aunque también hubo mala suerte al lesionarse un titular en el calentamiento», señala el presidente.