Parciales cada cinco minutos: 1-2, 4-5, 6-7, 8-9, 10-11, 10-13 (descanso); 14-15, 18-17, 21-19, 23-21, 25-26, 26-28 (final).
Ärbitros: Monjo Ortega y San Pedro Colorado.
Incidencias: Unos 400 aficionados en el Palacio de los Deportes de León.
Jacob, Cabanas (9), Ugarte (1), Mellado, Goñi (4), Jaime (4), Iñigo (1), Raúl (2), Carrillo (2), Borja, Castro (3), Markel, Mario.
Díaz, Moledo (2), Ruesga (3), Montávez (2), Cacheda (5), Cerillo (5), Cerqueira (2), Polakovic (5), Fran Glez. (3), Frade (1).
El Universidad Ademar estuvo a punto de complicarle al líder su visita a León. Los errores en los minutos finales de los locales le pesaron como una losa, y eso jugó a favor de los intereses académicos. El Octavio con esta victoria llega a la cita crucial de la temporada ante el Huesca como primer clasificado, y sabiendo que un triunfo ante los aragoneses les pondría una autopista hacia la Asobal.
El partido comenzó muy igualado, con las defensas imponiéndose a los ataques, hasta que en el minuto 20 se produjo la primera situación complicada, cuando el Octavio se colocó con 2 goles de ventaja (8-10) y los leoneses sufrieron la primera exclusión del partido (Markel). Sin embargo, el Universidad la solventó sin problemas ganando ese parcial en inferioridad y empatando el partido a 10 tantos.
El desacierto en las superioridades fue la tónica general en ambos equipos, porque justo después fueron los locales los que tuvieron un jugador de más y jugaron sus peores minutos del partido, arrastrando al descanso una desventaja de 3 goles (10-13) que parecía encarrilar el encuentro para los de Quique Domínguez.
No fue así, porque el filial del Ademar salió enchufado en la segunda parte y enseguida se metió nuevamente en el partido, para dominarlo a partir del minuto 40. En esa fase del juego llegaron a tener hasta tres goles de ventaja y la sensación de dominio del partido, pero el conjunto vigués reaccionó gracias a Cacheda y Polakovic y tomó nuevamente la delantera en la recta final del encuentro.
En esta ocasión el partido se decantó del lado vigués gracias a algunas intervenciones destacadas de Javi Díaz. Precisamente Álvaro Cabanas, que había sido el mejor jugador local, no acertó, y esto supuso la derrota definitiva del Universidad.