El Octavio Pilotes Posada ejerce hoy de David en su lucha contra Goliat, que en este caso es el Valladolid, su rival en el partido de cuartos de final de la Copa del Rey que se disputa en el pabellón de As Travesas (21.00 horas).
La desproporción de fuerzas entre ambos conjuntos es abismal. Los pucelanos ocupan la tercera posición en la clasificación de la Liga Asobal y no hace muchos años que han ganado la Copa por partida doble (2005 y 2006). Los vigueses juegan en la segunda categoría, donde son líderes. Pero en la leyenda, David tumbó a Goliat, y en deporte hay muchos ejemplos que reviven esa leyenda.
A esa posibilidad de dar la sorpresa se agarra el Octavio, que no tiene nada que perder, que saldrá sin presión, y que tendrá el apoyo mayoritario de su público. Aunque los vigueses tienen la responsabilidad de demostrar que no están en la Copa de comparsas después de que se haya cambiado el reglamento para que el equipo anfitrión jugase la competición en lugar de hacerlo el octavo clasificado de la liga, como ocurría hasta ahora.
El entrenador del Octavio, Quique Domínguez, afronta el duelo con la intención de disfrutar compitiendo. «Sabemos que sobre el papel Valladolid es muy superior, pero esto es deporte y tenemos que intentar plantarles cara. Intentaremos que no estén cómodos y no puedan hacer su juego habitual. Si no podemos, al menos debemos irnos con la cabeza alta»,, añadió el técnico.
Cree que el Valladolid, a pesar de las bajas, saldrá metido porque «me consta que Pastor les va a mentalizar y va a llegar conociéndonos bien. Es un equipo muy copero y saben que es donde pueden disputarle títulos a Barcelona y Ciudad Real».
Tienen la importante baja del pivote Ángel Romero, lo que obligará a Eduard Fernández a disputar más minutos. Pero cuentan con jugadores de la talla del lateral derecho titular de la selección española, Eduardo Gurbindo, el extremo sueco Havard Tvedten y el central Perales, entre otros jugadores de talla mundial.